La sesión sabatina de la jornada 14 de la Bundesliga trajo consigo la ejecución de lo que se escuchaba cada vez con más frecuencia y volúmen, en forma de  murmullo, en los pasillos del futbol alemán: Bayern Múnich sería líder del certamen.

Para que esto pudiese ser una realidad se necesitaba de 2 variables: una victoria de los bávaros en conjunto con el quiebre de la historia mágica, pero de cristal, del Leipzig. Ambos hechos acontecieron al mismo y los primeros empataron en puntos a los segundos, pero tomaron el control de la clasificación por su mejor diferencia de goles.

El nuevo líder de la Bundesliga, Bayern Múnich, dio cuenta sin piedad del Wolfsburgo: lo goleó al son de 5 goles a 0 con el Allianz Arena como testigo sádico. De nueva cuenta el polaco Robert Lewandowski indicó el camino hacia la gloria, con un doblete, en sintonía con la vuelta al gol del local Thomas Müller.

Por su parte, RB Leipzig falló ante el rival menos pensado, el colero Ingolstadt. Sus fantasmas de equipo promedio le atacaron en el momento más inoportuno y no pudo romper la ventaja que tomaron los locales, por lo que perdió el tesoro más preciado del futbol alemán.

En el otro frente llamativo de esta sesión balompédica de la Bundesliga, Borussia Dortmund evitó su desplazamiento en la clasificación al empatar con gol de último minuto, de Marco Reus, en su visita al FC Köln. El equipo amarillo logró, al menos, mantenerse en la sexta plaza, en zona de competiciones europeas.

Respecto a la lucha por el no descenso, el Hamburgo logró un triunfo valioso para salir de la misma, al superar por la mínima al Augsburg. Ahora, se encuentra en zona de repechaje, en el antepenúltimo peldaño de la Bundesliga, con el Wolfsburg en la mira, tras la estrepitosa caída de este en Múnich.

Por su parte, Freiburg hizo valer su condición de local al derrotar al Darmstadt, resultado que le vale para mantener su ilusión de asaltar la zona de Europa de la Bundesliga.