Bayer impulsa una compra récord al ofrecer 55 mil millones por Monsanto

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Bayer impulsa una compra récord al ofrecer 55 mil millones por Monsanto

La operación, que aún debe superar obstáculos como el visto bueno de los reguladores y de las autoridades de competencia, catapultaría a la empresa alemana

La megacompra que amenaza con revolucionar el sector agroquímico ya tiene cifras. Bayer, que la semana pasada admitió su interés por Monsanto, anunció el lunes que aspira a hacerse con el 100% de la empresa estadounidense de transgénicos a un precio de 122 dólares (108 euros) por acción, lo que elevaría la operación a 62 mil millones de dólares (55 mil 200 millones de euros). La oferta supone un sobreprecio del 47% respecto al valor de la acción del pasado miércoles, antes de que estallara la noticia. Si finalmente se lleva a cabo, se convertirá en una de las mayores compras empresariales de la historia y la de mayor cuantía experimentada nunca por una empresa alemana, superando el hito de 1998, cuando se fusionaron Daimler-Benz y Chrysler.

La operación, que aún debe superar obstáculos como el visto bueno de los reguladores y de las autoridades de competencia, catapultaría a la empresa alemana de Leverkusen como líder mundial en el sector de las semillas y de los productos químicos para la agricultura. Pero algunos analistas alertan de los riesgos que conllevan los ambiciosos planes del recién nombrado consejero delegado de Bayer, Werner Baumann.

El precio ofrecido se encuentra en la franja alta de las previsiones. Y la operación obligará a Bayer a ampliar capital y a emitir más deuda. La empresa anunció que esta emisión contará con el apoyo de Bank of America Merrill Lynch y Credit Suisse. Desde que la semana pasada se desvelaron los planes de compra, su acción ha perdido más del 10%. El anuncio del lunes supuso otro varapalo para los títulos de Bayer, que a mediodía perdían un 3,5% de su valor. En una conferencia de analistas celebrada el lunes, Baumann rechazó las críticas a la operación y las atribuyó a la sorpresa o a la “poca formada” reacción de los medios de comunicación.

El movimiento es decisivo para Bayer, una empresa en la que productos como los pesticidas ganan importancia El sector agroquímico supuso el año pasado casi un tercio de su facturación, de 43 mil 600 millones de euros. Pero el gigante alemán que emplea a 117 mil personas es relativamente débil en las semillas, donde Monsanto, con 23 mil empleados y 15 mil millones de dólares de facturación, es especialmente fuerte. Así que la operación permitiría a la empresa cubrir todas las necesidades de los agricultores; y mejorar así su competencia contra los rivales americanos o asiáticos.

Críticas ecologistas
Pero es precisamente esta ventaja que aportaría la unión de las dos empresas la que asusta a grupos en defensa de los consumidores y ecologistas, muy críticos con la comercialización que hace Monsanto de semillas genéticamente modificadas. La empresa estadounidense vende el herbicida más popular del mundo, el Roudnup, cuya sustancia activa, el glifosato, ha sido clasificada por Naciones Unidas como "posible cancerígeno", y cuya renovación en la UE está bloqueada ante la división de los Estados miembros. Una división que afecta a Gobiernos como el alemán, cuyos dos principales partidos están enfrentados por el glifosato.

Pese a las polémicas, Bayer está convencida de que las necesidades de alimentar a una población mundial en crecimiento auguran un brillante futuro al negocio de las semillas modificadas genéticamente.

Los planes de crecimiento de Bayer llegan en un momento en el que el sector avanza a pasos de gigante hacia la integración. ChemChina está en proceso de compra de la suiza Syngenta –tras fracasar una oferta de Monsanto- por 43 mil millones de dólares, Dow y Dupont también preparan su integración; mientras que el grupo químico alemán BASF, que también aspiraba a quedarse con Monsanto, parece haberse quedado por ahora sin pareja en este baile de sillas.