VANGUARDIA publicó ayer que hay ciudadanos que cuestionen los nombres de ciertas calles en la ciudad. 

Apelativos como Óscar Flores Tapia, Luis Echeverría, entre otros, no son compartidos por habitantes de la ciudad. 

Para cambiar los nombres de estas u otras calles, se debe someter a consideración del Ayuntamiento, para lo cual se requiere que mínimo 50 ciudadanos lo avalen. 

De acuerdo con el artículo 33 del reglamento, el consejo, vía la Comisión de Desarrollo Urbano, someterá a discusión la propuesta después de revisar un plano, según el Plan Director de Desarrollo Urbano.

En ese sentido ya existen casos que lo han conseguido. La arquitecta Alicia Arroyo dijo que  vecinos de la colonia Magisterio lograron “bautizar” una plaza pública con el nombre de un profesor, quien durante 20 años apoyó las obras de este espacio.   

El Municipio apuntó que con otras vialidades no se ha podido modificar su nombre, ya que vecinos alegan que habrían de cambiar papelería e identificaciones, que generaría gastos extra.