CIUDAD DE MÉXICO.- Desde temprana hora, el pasado 21 de septiembre inició el operativo en Sinaloa. Eran las 10 de la mañana y ya se tenía a una persona detenida en posesión de tres armas cortas. Había algo “caliente” en la zona del ejido de Tecolotes, en Benito Juárez, Mexicali.

Noventa minutos después se confirmó: una aeronave Cessna con matrícula XB-MUY sobrevolaba la región a baja altura para evadir los radares.

La coordinación de los 150 militares fue crucial, esperó a que la avioneta descendiera lo suficiente, pero el piloto se dio cuenta de un movimiento inusual y trató de volver a elevarse; sin embargo, una camioneta del Ejército golpeó una de las alas del aparato y evitó la escapatoria.

Cinco personas detenidas, entre ellas el piloto, fueron puestas a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR). Luego de las diligencias ministeriales, se supo que los detenidos se reunirían con los hijos de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”. Al interior de la avioneta se aseguró armamento: cuatro armas largas AK-47, dinero y, aún empaquetado, un fusil Barrett calibre .50, el arma predilecta de los grupos delictivos.

EL PODERÍO DE UN FUSIL

La Barret .50 es una capaz de derribar aeronaves y penetrar blindajes avanzados; es más letal que el fusil AK-47; ambos en el marcado estadunidense se pueden conseguir entre 11 y 12 mil dólares, cada uno. Los cargadores tienen un costo de entre 130 y 150 dólares; cada tiro cuesta 6 dólares.

Un análisis del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, calculó en 2015 la existencia de 15 millones de armas, de ellas, alrededor de 13 mil se adquirieron de manera ilegal.

Entre los decomisos a grupos delictivos se han encontrado misiles antiataque, lanzacohetes, lanzagranadas, pero sigue llamando la atención el decomiso al narco de artillería, creación de Ronnie Barrett.

Este rifle semiautomático surgido en los años 80, en manos de gatilleros, se ha convertido en un arma letal. De probada eficacia en los conflictos bélicos, fue adoptada por el ejército sueco en 1989 y se ha ido perfeccionando a grado tal, que en la Guerra del Golfo fue protagonista.

La SASR (Special Applications Scoped Rifle) como le ubican los marines en Estados Unidos es parte del armamento de al menos 40 milicias en el mundo, con un peso aproximado de 11 kilogramos, cuenta con una velocidad de salida de 854 m/s, es decir, su cadencia de tiro es de 70 impactos por minuto y posee una capacidad de alcance de objetivo de hasta los 2 mil 500 metros de distancia.

DE RÁPIDO Y FURIOSO A ‘EL CHAPO’

¡Es una Barrett .50!, sí, la que tenía Joaquín Guzmán Loera en la casa de seguridad en la que se encontraba el pasado 8 de enero, día de su recaptura.

Meses después, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, de Estados Unidos (ATF por su nombre en inglés) confirmó que el arma, era parte de las 2 mil 500 que fueron vendidas de manera encubierta como parte operativo fallido “Rápido y Furioso” entre 2009 y 2011.

¿CÓMO LLEGÓ A ‘EL CHAPO’?

De acuerdo con el Centro de Integridad Pública, el fusil pudo haber ingresado por la fronteriza Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua.

Las conjeturas llevaron al ingreso de armas, de esta en específico, por alguno de los narcotúneles que se han hallado en la región. En junio de 2010, el vocero de la Patrulla Fronteriza, Doug Mosier, ofrecía a los medios de comunicación información de un pasadizo debajo del Río Bravo.

Por el hoyo de 70 centímetros de diámetro y 40 metros de largo, se traficaban armas, drogas y era paso de indocumentados.

Sobre el armamento de “Rápido y Furioso”, hasta marzo de 2016, se habían recuperado 94 de las 2 mil 500 armas que fueron comercializadas en forma encubierta; una de ellas, la Barrett .50 de “El Chapo”.