BARCELONA.- Olvidando al Deportivo y sin pensar todavía en la Juventus, la Liga regresa al Camp Nou con un partido vital para el Barcelona, enfrentado a un Valencia que, en tierra de nadie pero con la depresión en el primer plano, suele provocar muchos dolores de cabeza al equipo azulgrana.

Dos victorias y un empate en sus cuatro últimas visitas al estadio azulgrana muestran la enorme dificultad que para el Barça provocan las visitas de un rival que habiendo sumado solo 4 de los 12 últimos puntos contempla este partido como una ocasión inmejorable de catapultarse, tal como hiciera el año pasado.

El Valencia, en la jornada 33 de la pasada campaña, asaltó de mala manera el Camp Nou provocando la tercera derrota consecutiva del Barcelona en un campeonato que pasó de dominar con músculo de acero a sufrirlo tan inesperada como dramáticamente y que no cerró hasta el último partido liguero, cuando goleó al Granada en Los Cármenes.

Esperando a un mes de abril sin descanso, con el retorno de la Champions para convertir el calendario en una prueba de esfuerzo final sin respiro, al Barça se le acabaron las pruebas y debe enfrentar cada partido como si fuera el último, consciente como es de que en Riazor malgastó una oportunidad quien sabe si trascendental en su persecución al Real Madrid.

De esta manera, el choque frente al Valencia debería en buena lógica colocar en el plano al equipo titular, sin atrevidas rotaciones ni descanso para los cracks, que estarán en plenitud, recuperado Neymar de las molestias que le apartaron del duelo frente al Deportivo, para enfrentar al equipo che.

Un autogol de Rakitic y una diana de Santi Mina, ausente este domingo por lesión, provocaron una campanada el pasado curso que no se olvida en el Camp Nou y que tiene en guardia a un Barça que sabe la trascendencia de un choque al que acude ya sin red.

El técnico del conjunto catalán recupera además para este encuentro a los lesionados Neymar, Rafinha y Mathieu, que los últimos días se han ejercitado al mismo ritmo que sus compañeros y hoy recibirán el alta médica.

El tridente, formado por Neymar, Messi y Luis Suárez regresa, por tanto, al Camp Nou. La última vez que jugaron juntos fue el partido de la histórica remontada contra el PSG.

Luis Enrique recurrirá al 3-4-3 para aumentar el rendimiento de la sala de máquinas azulgrana: el centro del campo.