El Barcelona sufrió en exceso para seguir vivo en la Copa del Rey y un gol de Griezmann en el alargue, los blaugranas eliminaron al Ibiza, equipo de la Segunda B. 

Ibiza se fue al frente al minuto 9 con un gol de Pep Caballé y a partir de ahí comenzó el sufrimiento blaugrana. Pasaban los minutos y no podían perforar el marco rival, incluso en el primer tiempo no remataron a puerta.

Tal era el desastre del Barça que aún tuvo fortuna de llegar al descanso con desventaja mínima. Un gol anulado, correctamente, a Pérez por falta previa a Lenglet y un disparo al palo, tras el que Neto rechazó el remate posterior que se encontró encima, pudieron aumentar la ventaja de un Ibiza relanzado en el ánimo y que moralmente aplastaba al equipo de Setién.

Fue hasta el minuto 74 que Antonine Griezmann pudo empatar el marcador, dando un respiro al Barcelona, que estaba escribiendo una historia de terror. 

En la agonía del partido y cuando Ibiza mantenía el sueño de poner en aprietos al Barcelona, Griezmann de nueva cuenta sentenció  a favor de los blaugranas. 

El resultado fue suficiente para pasar a la siguiente ronda, pero la forma en que lo lograron pone a pensar al equipo que no encuentra la fórmula para ser el equipo arollador del pasado.