Barack Obama en Cuba… ¿Miel sobre hojuelas?
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Barack Obama en Cuba… ¿Miel sobre hojuelas?
Después de 88 años y de las álgidas relaciones después de la revolución y en el periodo de guerra fría, el presidente Barak Obama realizó visita de Estado a Cuba, evento de alcance histórico.
La configuración de las relaciones internacionales posterior a la caída de la Unión Soviética en 1991 y su resurgimiento como potencia militar y economía emergente, asimismo con el ascenso económico de China, ha exigido a EU diseñar estrategias acordes a esta nueva realidad geopolítica.
Asimismo, el avance –con graves problemas- de los Gobiernos de centro-izquierda en América Latina ha complicado las relaciones de Norteamérica –incluido México- con el subcontinente, a tal grado de que abiertamente se ha cuestionado la supuesta hegemonía gringa y la política de la Organización de Estados Americanos.
En este contexto, se suscriben las nuevas relaciones Cuba-Estados Unidos y la visita del presidente Obama a la isla. Con sigilo, las negociaciones iniciaron en enero del 2015, a instancias del Papa Francisco, y las embajadas mutuas abrieron el 20 de julio de ese año, lo que generó la visita del presidente Raúl Castro a Estados Unidos en septiembre del año pasado.
La imagen internacional que desea reflejar el presidente estadounidense, y que continuaría con un gobierno del Partido Demócrata, es de adaptación diplomática a los nuevos tiempos, pero sin dejar de ser potencia en todos los ámbitos. Y no es para menos.
En julio del año 2014 Vladimir Putin visitó Cuba y, posterior al distanciamiento de la posguerra fría, reafirmó y estrechó los lazos de cooperación económica y política con el régimen cubano, con acuerdos en materia energética, de comunicaciones y transportes, plásticos, autopartes y maquinaria pesada, además de condonar el 90 por ciento de la deuda cubana que contrajo con la Ex Unión Soviética, esto es 31.5 mil millones de dólares.
Posterior a esta visita el presidente ruso realizó una gira por Venezuela, Nicaragua, Brasil y Argentina, donde firmó importantes acuerdos de índole económica y cultural, así se estrecharon los lazos políticos con gobiernos progresistas de la región en ese tiempo.
A lo anterior se añade que poco después de la visita de Putin, y después de visitar Brasil, Argentina y Venezuela, el presidente chino Xi Jinping visitó Cuba en julio de 2014 cuando se firmaron 29 acuerdos comerciales e inversión por mínimo 80 mil millones de dólares en infraestructura portuaria y carretera, energía –incluido el petróleo marítimo-, industria manufacturera, turismo, minería y tecnología, lo que se concretó en enero del 2015. Estos eventos no merecieron el menor comentario del gobierno estadounidense.
El gobierno del vecino país norteño no se comprometió ni a eliminar el bloqueo económico –cuya decisión corresponde al Congreso- ni a regresar la base naval y prisión en Guantánamo al sureste cubano, territorio de 117.6 km2, arrendado en 1903 en acuerdo posterior a la independencia cubana. Los cubanos por su parte se sostienen en la democracia participativa “de abajo hacia arriba” y no apuestan a una democracia representativa de “votas y te vas” propuesta por Obama.
No en balde posterior a su estancia Obama visitó la Argentina del recién presidente Mauricio Macri, emblemático del retorno a la derecha de Latinoamérica, gobiernos tradicionalmente ligados a las oligarquías nacionales y extranjeras, porque ahora ese país austral será eje operativo de Estados Unidos para contener y desestabilizar a los gobiernos actuales de centro-izquierda, los que, según la Cepal, tienen buenos resultados en política social.
El acercamiento EU-Cuba pretende anular la influencia e impacto de los gobiernos cubano, chino y ruso en los países progresistas latinoamericanos y aprovechar al gobierno argentino de derecha para acotar esta presencia. A Cuba le conviene para insertarse en la economía global y para fungir como interlocutor diplomático entre el vecino país norteño y sus adversarios europeos, asiáticos y latinoamericanos históricamente agraviados. No todo es “miel sobre hojuelas”.