Bancos: Negocio redondo en México
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Bancos: Negocio redondo en México
Después del atraco a la Nación denominado Fobaproa en 1996, que generó el rescate bancario (pagado con nuestros impuestos) y la 2ª privatización de la banca –ahora mayoritariamente a extranjeros-, la intermediación financiera en México es un negocio redondo.
La función de los bancos comerciales en la economía es provocar el adecuado flujo de circulante monetario, que el dinero llegue tanto a consumidores -demanda agregada-, como productores y distribuidores -oferta agregada-, a través de servicios de intermediación ahorro-crédito.
En economía relativamente estable, por el incremento de la demanda de dinero, los bancos comerciales requieren más circulante al Banxico, para dinamizar al mercado: reembolso y ganancia de productores y distribuidores, asimismo satisfacción de consumidores.
Ante esto, las tasas de interés al ahorro –pasiva- y al crédito –activa- deben situarse en el punto en que no se genere el incremento del nivel de precios, pero a su vez que no se inhiba la inversión directa.
Sin embargo, deja mucho que desear la conatribución al crecimiento económico por parte de la banca comercial en México (47 bancos), además es muy cuestionada la eficiencia de sus servicios.
Con el argumento de que en nuestro país las reglas jurídicas favorecen al deudor para el “no pago”, el costo del dinero por el crédito es considerable. Si bien en años recientes la tasa de interés activa ha disminuido, aún es excesivamente alta: en promedio el crédito comercial a empresas es de 20%; hipotecario de 12%; y al consumo –tarjetas de crédito (TDC)- de 40%. Esto mientras que la tasa pasiva se sitúa en 4% promedio. Así el diferencial de intermediación es escandaloso.
En días recientes se dieron a conocer las ganancias que obtuvo la banca comercial en 2016. Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) al cierre de 2016, los bancos ganaron 143 mil millones de pesos por cobro de comisiones, esto es 8.9% más que en 2015 (11.5 mmdp).
Diferentes tipos de comisiones son: por depósitos 1,814, en hipotecarios 1,227, automotrices 199, y en personales y de nómina 100. Aún con promociones, en cajeros automáticos el promedio de comisiones por retiro de efectivo es de 16 pesos y por verificación de saldos es de 8 pesos.
Los bancos extranjeros en México cobran tres veces más de comisiones que en sus Países de origen.
En 2016, los cinco bancos más importantes incrementaron sus ganancias por intereses en 8.8% respecto al año anterior (total de 331 mmdp), mientras que de 2012 a 2015 el promedio fue 5 por ciento.
Además, en Latinoamérica los bancos en México ocupan el tercer sitio de cobro de comisiones por transferencias gubernamentales en programas de política social, con dos dólares promedio por transacción, abajo de Perú y Colombia, con 2.32 y 2.20 dólares respectivamente.
Según el banco central en el último trimestre de 2016, en nuestro país se realizaron más de 21.15 millones de transacciones con TDC y más de 64.27 millones con tarjeta de débito, pero sólo existen poco más de 47 mil cajeros automáticos. En días de pago, el tiempo de espera de millones de clientes es alrededor de una hora.
Según la Condusef el año pasado, las quejas que recibieron los bancos: 586,560 por comisiones y 150,478 por intereses, debiendo retornar 1, 219 mdp, de los cuales a la fecha sólo han depositado 254 millones.
El sistema bancario en México es de excepción, un negocio redondo que poco contribuye al crecimiento económico que en 25 años es sólo de 2% promedio. Baste un ejemplo: el banco cuya sede se encuentra en el País Vasco al norte de España, por cuatro años consecutivos el 40% promedio de sus ganancias globales las ha obtenido sólo en México. Bonito asunto ¿Y el crecimiento económico cuándo?