El director de fotografía alemán Michael Ballhaus recibe esta noche en el marco de la 66 edición de la Berlinale el Oso de Oro honorífico, un galardón que, dijo, "corona el largo amor" que siente hacia un festival al que está "muy vinculado".

"Me siento muy bien con este premio, es un honor especial", declaró Ballhaus en una rueda de prensa tras escuchar cómo un moderador recordaba sus inicios y su larga trayectoria, con más de 130 películas, sin obviar su difícil relación con Rainer Werner Fassbinder y su fructífera colaboración con Martin Scorsese.

"Es un premio muy especial para mí", reiteró.

En su comparecencia ante la prensa fue preguntado por su relación con Fassbinder, con el que rodó 15 películas -16, según Ballhaus- y del que dijo que "no era una persona amable".

A su juicio, era incluso "malo", pero al mismo tiempo "un gran director y uno de los mejores en Alemania en aquellos tiempos".

Cuando se conocieron, recordó, ninguno de los dos pensaron que lo de trabajar juntos fuera a funcionar, pero "con el tiempo, la cosa mejoró algo, aunque continuó siendo difícil".

Aprendió mucho de esa relación, afirma, hasta el punto de que solía decirse: "Si he aguantado a este hombre durante 16 películas, entonces ahora ya no me puede pasar nada en mi carrera. Ya puede venir el hombre más malo del mundo, que con ese también podré".

A los futuros directores de fotografía les recordó que la profesión requiere "mucha paciencia" y "flexibilidad" e implica "tener ideas de cómo convencer a un director que no tiene ideas".

Ballhaus recibe el Oso de Oro honorífico por su "extraordinaria creación" y por haber estado al mismo nivel que los realizadores con los que trabajó, además de por su obra "única", como señaló el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, cuando anunció el nombre del homenajeado.

"Contribuyó a la libertad artística del nuevo cine alemán" en sus colaboraciones con representantes del cine de autor como Fassbinder y "marcó el lenguaje visual del cine estadounidense y de su dramaturgia lumínica junto a grandes de la realización como Martin Scorsese", subraya el festival.

Entre sus películas figuran títulos como "Martha" (1974), de Fassbinder, en el que empleó el giro completo de 360 grados que se convirtió en su sello distintivo, aunque su pretensión, recuerda la Berlinale, es "hallar para cada cineasta y para cada historia un lenguaje visual propio".

En el drama "The Color of Money" (1986), su segunda colaboración con Scorsese y proyectada en 1987 en la Berlinale fuera de concurso, Ballhaus desliza su cámara en un movimiento similar al de las bolas de billar.

En la comedia romántica "Working Girl" (1988), de Mike Nichols, la secuencia que abre el filme es un movimiento espectacular de la cámara que gira alrededor de la estatua de la Libertad para acabar en el ferry de Staten Island.

Entre las películas de Ballhaus se cuentan también "The Fabulous Baker Boys" (1989) de Steve Kloves; "Goodfellas" (1990) de Scorsese; "Drácula" (1992) de Ford Coppola; y "Quiz Show" (1994), de Robert Redford.

En 1990, Ballhaus fue presidente del jurado internacional de la Berlinale y en 2006 fue condecorado con la Cámara del Festival de Berlín por su contribución al cine.

Con motivo del Oso de Oro honorífico, la Berlinale incluyó en su programa en forma de homenaje la proyección de diez de sus películas.