El diario Reforma “balconeó” ayer más detalles sobre los supuestos negocios del Estado con una empresa ligada a María Esther Monsiváis, exsecretaria de Infraestructura de Coahuila.   

El rotativo capitalino sostuvo que hay 38 facturas por más de 71 millones de pesos que le fueron pagadas a la compañía Riviera Álamo. 

En esta firma aparecen como “socios” Javier Garza Lizcano, un chofer de ruta de Monterrey, y Valentín Moreno, un empleado de la empresa Concordia, propiedad de Monsiváis y su esposo Fernando Martínez. 

En los detalles que se publicaron se exhibe que la administración de Coahuila pagó dos millones de pesos por “desenvoltura, desempaque y reempaque de 700 mil bolos con logo”. Además facturó colchones, tinacos, licuadoras, planchas, vajillas, “plataformas tipo tijera”, mochilas, impermeabilizantes y otros productos que no fueron identificados.

Según divulgó el periódico Reforma, citando fuentes oficiales, “a la fecha no hay comprobantes ni actas de la entrega-recepción de los productos”. 

El 7 de noviembre de 2016, María Esther Monsiváis se separó de su cargo tras darse a conocer su relación con la firma que ha facturado millones de pesos sin licitación al Gobierno del Estado.

Con información de Reforma.