A unos días de las elecciones, los ánimos están más que caldeados, azuzados sin duda por el clima y por un sol de justicia que rebasa toda justicia electoral.

Esta semana una información publicada en la red social y replicada por los medios informativos, dio cuenta de un enfrentamiento entre dos grupos, ahora antagónicos, y que antes estaban hermanados. Dos grupos de damas pertenecientes al  Partido Revolucionario Institucional y otras del Partido Joven, unas de la porra del profe Humberto y otras del bando contrario, se dieron un topón “para decirlo en términos policiacos, cuando sujetos de grupos de la delincuencia organizada coinciden en la calle y se arma la balacera”,  esto es, tropezaron en una calle con su respectiva propaganda y se dieron de manotazos. Se disputaron la colonia a mentadas y culebrazos.

Ante la mirada atónita de vecinos y transeúntes, las mujeres llegaron a bordo de sus vehículos y fueron recibidas por las opositoras. Por los insultos que intercambiaron, se percibió que eran viejas conocidas, antiguas correligionarias de un mismo bando. Que por circunstancias de la vida política ahora están en bandas opuestas.

Uno de los grupos defendió con todo el cuerpo por delante su territorio y las otras recularon y emprendieron la retirada, pero durante el repliegue lanzaron una batería de injurias a sus oponentes, que se quedaron con la posesión del barrio.

Por las imágenes, se puede apreciar que las que emprendieron la huida pertenecen a la porra de los candidatos del PRI, por lo que después de esta batalla ocurrida en algún lugar de la geografía coahuilense, las del Partido Joven se quedaron con ese coto de poder, con ese bastión político. Salieron airosas las seguidoras del profe Humberto Moreira, pues.

El video que circula en las redes sociales, bien podrá servir para que los especialistas de la ciencia política, y aun los de la ciencia militar, realicen un sesudo análisis del comportamiento de las damas bravas, que no se rajan, echadas para adelante, a las que realmente se ve difícil cómo una dirigente del PRI o del PAN se acerque a ofrecerles chile.

Será útil también a los estrategas del PAN, para que aprendan cómo es la realpolitik fuera de las sacristías, entre partidos que tienen auténtica base social, una militancia que no derrocha sus energías en los partidos de futbol ni en las telenovelas, sino en el agreste e indómito territorio de la vida real. Recuerde usted que en la década de 1920, bandas callejeras adscritas al Partido Nazi y al Partido Comunista Alemán, se daban con todo en las calles de Berlín. Fueron esas bandas las que decidieron al fin la historia de Alemania, y con ello la historia mundial.  

En esa colonia, en  ese punto geográfico, en ese páramo asolado por un sol de justicia, más impasible y más poderoso que cualquier organismo de justicia electoral, cercano a los 40 grados, el Partido Joven salió triunfante.

En otro menester, esta semana, el candidato a la Gubernatura de Coahuila por el Partido del Trabajo, José Ángel Pérez Hernández, declinó sus aspiraciones. Con su bravío “Arree”, nunca avanzó en la carrera por la sucesión y renuncia en apoyo a otro ranchero, Armando Guadiana Tijerina, de Morena. Es lástima, porque era un candidato con virilidad y con presencia, con auténtica presencia, no como los monaguillos que suele lanzar el PAN a la palestra (hay que reconocer que en ese partido las mujeres —Cocoa Calderón, Margarita Zavala, la coahuilense Silvia Garza, la temible, la muy varonil Cecilia Romero— se ven más entronas, más respetables, dignas de un encontrón con las fuerzas de calle del PRI y del Partido Joven).

José Ángel Pérez, ex alcalde de Torreón, realmente no ha visto la suya desde que asumió la Alcaldía de la llamada Perla de La Laguna, en el sexenio del hoy candidato a  diputado local por el Partido Joven, Humberto Moreira. Por esas fechas y para acotarle los márgenes de maniobra, el Profe le creó a José Ángel Pérez la Secretaría de Desarrollo Regional de La Laguna, que fungiría como  Alcaldía alterna a la de José Ángel. Los teóricos del moreirismo, por su parte, afirman que ese fue el primer paso maestro para adueñarse de La Laguna, al tiempo que debilitaban a la clase política de Saltillo, construyendo así las bases de un régimen que será definitivo para el siglo 21 en Coahuila. En ese enfrentamiento, la cúpula panista lo dejó solo,  y José Ángel, desde entonces, busca como león quemado que panistas y moreiristas se la paguen.
Ahora, José Ángel Pérez declina en sus aspiraciones y se suma en la aventura del indómito Armando Guadiana, según dijo en acalorado discurso en Rosita, Coahuila. 

Esto es el preámbulo de la derrota del PRIAN el domingo 4 de junio, añadió. ¡Arree Morena!

Otro Pérez, Lenin, procedente de la izquierda o más bien de una seudo izquierda, por su lado, muy por su lado, a 20 cuadras del desfile, recolecta votos para el PAN de Guillermo Anaya. Es la cabeza del leninismo, el último avatar del marxismo en la frontera norte de México