El etiquetado frontal en los alimentos y bebidas no alcohólicas, que entrará en vigor en octubre, reducirá hasta 36.8 kilocalorías diarias por persona en México, reveló un estudio publicado en la revista “Plos Medicine”. En un periodo de cinco años, disminuirá los niveles de obesidad de México en un 14.6 por ciento.

De acuerdo con el estudio, en el que participaron nueve especialistas en materia de salud, entre ellos Arantxa Colchero, ex pareja de Hugo López-Gatell, subsecretario de salud, las nuevas disposiciones de etiquetado frontal que se implementarán próximamente en México en alimentos y bebidas no alcohólicas, que ahora contendrán leyendas de advertencia de los productos altos en sodio, azúcares, grasas saturadas, entre otros, tendrán resultados positivos como ya ocurrió en otros países como Canadá.

El análisis se basó en diversos cuadros estadísticos que engloban los hábitos alimenticios de los mexicanos, los niveles de sobrepeso y obesidad, así como en los resultados que ha dado el etiquetado frontal en otros países de América.

“En este estudio, estimamos que las etiquetas de advertencia pueden reducir efectivamente la obesidad y los costos relacionados con la obesidad. México está siguiendo a Chile, Perú y Uruguay en la implementación de etiquetas de advertencia para los alimentos procesados, pero otros países podrían beneficiarse de esta intervención”, señala una de las conclusiones del estudio.

A través de un cálculo matemático, los especialistas estiman que, en los próximos cinco años, la obesidad en México podría reducirse en un 14.7 por ciento, lo que se traduce en 1.3 millones de casos de obesidad que se eliminarían y un ahorro de mil 800 millones de dólares en costos de obesidad.

“Los adultos en México consumen aproximadamente el 31 por ciento de la energía adquirida en bebidas y refrigerios. Este estudio encontró que las etiquetas de advertencia podrían reducir en promedio 36.8 kilocalorías por persona, por día, de las cuales 23.2 son de bebidas y 13.6 de bocadillos”.