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'Baja productividad y corrupción, lastre para el crecimiento en México': FMI
El gran desafío de México siempre ha sido el bajo crecimiento de la productividad. Sus problemas estructurales de seguridad, respeto al Estado de derecho, competencia y corrupción no son nuevos, y aún entendiendo que no se pueden resolver de un día para otro, es claro que están ahí desde hace más de 20 años, comentó Gian María Milesi Ferretti, subdirector del Departamento de Investigación Económica en el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Las últimas dos crisis en las que ha estado inmerso (México) han tenido su origen en el exterior. Me refiero a la de 2008-2009 y la actual. Pero aún sin ser el epicentro de las mismas, éstas han terminado por evidenciar los problemas estructurales del país y siguen restando fuerza a su capacidad de crecimiento económico”.
En la última entrevista que otorgó a El Economista, pues está por retirarse del organismo, reconoció que no hay recetas sencillas ni únicas para resolver estos problemas. Pero se va con la esperanza de ver un día un crecimiento del tamaño que merece México y su gente.
Desde su perspectiva, “las remesas sí son y han sido un rayo de luz en este momento”. Eran una gran preocupación, pero el fuerte flujo que han tenido las dirigidas hacia México y Centroamérica muestra a priori que los migrantes hacen esfuerzos importantes siempre para ayudar a su país de origen cuando transitan por episodios difíciles.
“Creo que al percibir la gravedad de la situación en los países de los migrantes, la gente se sacrificó mucho para seguir enviando dinero”.
Epidemiólogos, los asesores
Desde las oficinas del FMI en Washington D.C., admitió que la fuerte corrección de pronósticos económicos que hizo el organismo para el mundo en el “World Economic Outlook” donde plantean caídas menos agudas del PIB para este año, recogen ya el efecto real que ha tenido “el enorme choque de oferta que generó el súbito cierre de las maquinarias productivas.
“Los pronósticos para el 2020 reúnen ya la reacción que tuvo la demanda del consumidor e inversionista que vive incierto sobre el efecto que ha tenido el choque en el empleo. Y sobre todo acopian el impacto real que ha tenido para todos la pandemia generada por un virus que no tiene vacuna, ni un tratamiento para la enfermedad”.
Si Milesi–Ferretti tuviera que dejar una carta para su sucesor en el cargo, al próximo número dos del Departamento de investigación económica del FMI, “le diría que siempre hay que enfrentar el trabajo pensando que hay mucho por aprender”.
“Ahora mismo, para preparar este informe de expectativas (el World Economic Outlook), hemos pasado más tiempo hablando con epidemiólogos y virólogos que con economistas. Porque necesitamos entender mejor lo que está pasando”.
Por supuesto que “hay incertidumbre brutal sobre la duración de la recuperación del PIB, que no es sólo económica y tiene que ver con la evolución de la pandemia”, refirió.
“Si conseguimos vacunas y terapias de distribución masiva en aproximadamente 12 o 15 meses, la recuperación será mas rápida (...) Ahora, suponemos que las economías avanzadas regresarán a niveles del PIB pre Covid a fines de 2021 o en 2022 temprano. Las emergentes tardarán unos tres o cuatro años más. Y las Latinoamericanas que es donde está más fuerte la pandemia, podrían tardar un poco más”.
Tiramos los modelos automáticos
El funcionario del Fondo Monetario admitió que tuvieron que “modificar las previsiones impensables de un desplome como el previsto en junio para Estados Unidos o México, porque ya tenemos más información sobre la reacción de las economías al cierre y reapertura”.
Reconoció que ni siquiera tras un terremoto se habían presentado desplomes del PIB para la primera economía del mundo, como el de 35% anual del segundo trimestre del año.
“Hemos tenido que retomar términos económicos muy básicos. Ver qué pasa en la oferta y demanda. Botar los modelos automáticos para hacer estimaciones y mirar la estructura de la economía, para estimar el grado de afectación de restaurantes y turismo tan impactados por la situación”.
Las nuevas expectativas para la recuperación e incluso para el cierre del año tienen un mayor margen de error, pero hoy cuentan con una base más concreta que la otorgada por los modelos predictivos donde incluían a la inversión esperada o el ambiente para las empresas.