CDMX.- La planta de KIA en Pesquería, Nuevo León, “arrancó” con el pie derecho: desde el comienzo de sus operaciones en mayo de 2016 siempre tuvo número positivos.

Mes a mes, el número de unidades producidas siempre era mayor, incluso cuando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) parecía llegar a su fin, en abril de 2017, esta planta mantuvo número positivos. Pero, por primera vez en julio pasado, hubo un signo negativo en el balance. 

En las estadísticas mensuales de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) aparece que en julio la producción de la planta de KIA, en Pesquería, fue 24.1% menor respecto de la registrada en el mismo mes de 2017.

¿La razón? “Un paro programado para dejar de producir el Forte anterior, hacer ajustes y arrancar la producción de la nueva generación”, explica Horacio Chávez, director general de KIA Motors México.

En enero de este año, la marca presentó en el Autoshow de Detroit la tercera generación de este sedán. En ese momento, directivos de la marca anunciaron que la producción iba a comenzar en el segundo semestre del año.

Este modelo se produce en Corea del Sur y en México. “El arranque de la producción de la tercera generación en la planta de Pesquería (Nuevo León) requirió, sobre todo, de ajustes en los robots y los brazos mecánicos que cargan las piezas y ayudan a montarlas en el vehículo”, detalla Chávez. Realizar todos estos ajustes tomó una semana. 

Con información de Manufactura