El crecimiento de la popularidad del mezcal ha puesto a la bebida en los ojos de las grandes compañías internacionales como Bacardí, Pernod Ricard y Diageo, que han adquirido marcas para aprovechar el boom de este mercado en el país y expandir la categoría en Estados Unidos, Canadá y países de Europa.

De acuerdo con la analista de Euromonitor, Catherine Krol, México es el segundo mayor consumidor en el mundo de tequila y mezcal, con un volumen de 109.3 millones de litros en 2017, después de Estados Unidos, con 155.9 millones de litros.

“El paso a esta categoría de fabricantes importantes, incluidos Bacardí, Pernod Ricard, y más recientemente Diageo, muestra un esfuerzo por comercializar este movimiento de base, ofreciendo al público marcas de mezcal accesibles”, comentó.

La analista de la empresa en investigación de mercado explicó que el cambio de Diageo a bordo del mezcal artesanal Pierde Almas podría significar un lanzamiento exitoso, particularmente en los puntos de venta donde las bebidas alcohólicas se compran con mayor frecuencia, gracias a la extensa red de distribución de la compañía.

Expuso que si bien las ventas de tequila en México son más relevantes que el mezcal, ésta ha sido la bebida emergente de elección entre los consumidores, cuyo crecimiento en la curiosidad se puede atribuir a la fuerza de la marca.

Expuso que Ilegal Mezcal, socio de Bacardí, es conocido en México principalmente por sus populares campañas publicitarias, mientras que Del Maguey, propiedad de Pernod Ricard, representa el segmento premium de la categoría, que ofrece expresiones ciento por ciento de agave, en lugar de un espíritu multicultural.

“A medida que el mezcal comienza a florecer, tanto en México como en el extranjero, basta decir que una marea creciente levanta todos los barcos y las tres empresas deberían tener éxito en atraer a una variedad de consumidores”, apuntó la experta.

Estimó que la cada vez mayor participación de los principales fabricantes de licores indica fuertes perspectivas de ventas vinculadas a la comercialización de esta exportación mexicana en los mercados internacionales, no sólo en Estados Unidos, sino también en el emergente mercado canadiense y un creciente número de países en Europa.