El Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres en Coahuila ha funcionado no únicamente para ayudar a las víctimas a que salgan de una espiral de violencia, sino que las ha impulsado a que terminen con sus estudios truncos en educación Básica. 

Leticia Charles, directora de los cinco centros en Coahuila, expuso que no es tan relevante el número de personas que atienden diariamente, sino el número de vidas que cambian. 

“Uno de los ámbitos con el que trabajamos es en el empoderamiento, porque no nada más trabajamos en la cuestión económica, sino también en la educativa en el que ayudamos a que las mujeres terminen sus estudios de Secundaria o Preparatoria”, explicó. 

También mantienen una coordinación con el Instituto de Capacitación para el Trabajo (ICATEC) donde les imparten talleres y al terminar las mujeres reciben sus certificados que les permiten acceder más fácilmente a un trabajo. 

Leticia Charles, explicó que en el CJEM buscan de dotar herramientas para que las mujeres que han sido víctimas de violencia logren también independencia económica: 
“En Torreón tuvimos a una usuaria que recibió un taller de repostería, entre las muchas cosas que aprendió fue a elaborar roscas y para un 6 de enero, la señora reunió junto con su hija 300 pesos y compró todos los ingredientes para hacer roscas y venderlas. 

"Al final del día lograron vender 30 y estaban felices, porque días antes no tenían para comer”, narró. 

El objetivo, asegura Leticia Charles, es que las mujeres amplíen su visión de emprendimiento y ‘no piensen en chiquito’, sino que puedan ser después unas microempresarias que puedan entrar al comercio formal.