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‘Avión se partió donde veníamos mi familia y yo’
DURANGO, DGO.- Se habían sentado en la línea 9 del vuelo 2431 de Aeroméxico que sufrió un accidente el pasado martes en Durango. Juan Felipe García, su esposa y tres hijos estaban en los asientos donde, asegura, se partió el avión Embraer 190.
Juan Felipe es padre de la menor de ocho años que resultó más delicada por quemaduras de primero y segundo grado. Según autoridades del estado, la pequeña y el piloto Carlos Galván fueron los reportados más graves de las 103 personas que estaban a bordo del avión. Aunque fuera de peligro, la niña sigue en observación.
Juan Felipe relata que en algún momento del despegue escuchó un tronido y sintió que el avión perdió rumbo y cayó al suelo: “Cuando cayó se partió la línea 9, que es donde veníamos mi familia y yo. Se partió y se prendió”.
A su lado izquierdo iba su hijo de tres años y a su derecha, sus hijas de cinco y ocho. Cuando paró el avión, Juan Felipe primero desenganchó del cinturón a sus dos hijos más pequeños y cuando quiso ayudar a la de ocho años se prendió la aeronave.
Juan Felipe y su familia salieron por donde se partió el avión. “Bajen, bajen”, decía una aeromoza. “Los tuve que aventar de lo alto. Yo me quedé colgado del fuselaje, alguien me ayudó y nos echamos a correr, descalzos porque perdimos todo”, cuenta.
Corrieron y se refugiaron en lo que, recuerda, era como un pozo de agua. Ahí aguardó unos minutos hasta que llegó personal del aeropuerto a rescatarlos.
A la hija de ocho años la internaron en el Hospital Materno Infantil de la ciudad, pero este jueves la dieron de alta y la trasladaron a un hospital privado. Sus otros dos hijos, él y su esposa no tuvieron lesiones: “Sólo fue el susto. Creo que actuamos pronto”.
INICIA REMOCIÓN DE RESTOS
La Dirección General de Aeronáutica Civil informó que se inició la remoción de los restos del avión Embraer 190 de Aeroméxico y que ya se habían recuperado las cajas negras.
Precisó que los restos serán resguardados para su inspección detallada.