Antonio, esposo de Cristina Gómez, comentó que su prioridad es la salud de su mujer, por lo que aún no ha presentado una denuncia formal contra quien resulte responsable tras el incidente donde parte de una aguja apareció en la comida de la afectada.

VANGUARDIA informó ayer que Cristina Gómez, de 33 años, tuvo que ser llevada de emergencia al  hospital luego de que se tragó una aguja hipodérmica que estaba en una tostada que adquirió en un local de comida rápida ubicado en Plaza Real.

De acuerdo al hombre, hasta el momento no le ha surgido ningún problema para poder costear los gastos médicos de las revisiones que ha tenido Cristina en la Clínica La Concepción luego del incidente.

No obstante, asegura que ya está presentando su denuncia ante la Profeco, donde ya le solicitaron unos documentos que no ha podido llevar por estar al pendiente de su mujer, a quien no quiere dejar sola.

Pese a todo, en la primera oportunidad acudirá ante el organismo para completar el proceso, además de que personal de la Secretaría de Salud le aseguró que investigarían, aunque llevará tiempo porque deben de seguir diversos protocolos.

La molestia más grande de Antonio es que se haya tenido ese descuido, pues un especialista le aseguró que se trata de una pieza de jeringa con la que inyectan a los pollos, por lo que aún no sabe se la denuncia irá en contra del restaurante, de la plaza comercial o del proveedor.

Por otra parte, la taquería “La Tostada”, ubicada al interior de la Plaza Real, continúa con sus servicios suspendidos, aunque la mañana de ayer se presentó el personal que ahí labora para limpiar todas las áreas, posiblemente ante el temor de una revisión sanitaria por parte de la Secretaría de Salud.