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Aumentan los muertos por violencia postelectoral en Kenia
NAIROBI, Kenia. — La violencia postelectoral en Kenia empeoró el sábado, al aumentar los reportes de muertos en medio de las protestas por la reelección del presidente Uhuru Kenyatta. Un funcionario dijo que nueve cadáveres con heridas de bala fueron llevados a una morgue de Nairobi desde un barrio pobre que es un bastión de la oposición y un padre angustiado dijo que su hija de 9 años falleció alcanzada una bala perdida mientras jugaba con amigos.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia sostuvo el sábado que 24 personas han muerto desde el martes por disparos de la policía durante las protestas. Dijo que 17 de esas muertes ocurrieron en la capital, Nairobi. Dijo que sus cálculos se basan en parte a lo dicho por familiares y residentes de las comunidades.
La comisión, que monitorea las instituciones gubernamentales, exhortó a los funcionarios de alto rango a que ordenen a la policía que deje de usar munición real contra civiles.
Mientras tanto, la policía utilizó gases lacrimógenos contra un convoy de funcionarios de la oposición en la capital, un día después de que el presidente Uhuru Kenyatta ganara un segundo mandato.
La policía mató a disparos a dos personas durante disturbios por parte de partidarios de la oposición en las afueras de Kisumu, una ciudad donde el líder de la oposición Raila Odinga tiene un fuerte apoyo, informó el comandante de la policía regional, Leonard Katana. Otras cinco personas resultaron heridas por disparos en Kisumu, agregó Katana.
También el sábado, la policía realizó disparos para dispersar una protesta de opositores que bloquearon calles y erigieron barricadas ardientes en un barrio pobre de Nairobi. Fotógrafos de The Associated Press vieron cómo varios policías arremetieron contra los manifestantes, abrieron fuego y lanzaron gases lacrimógenos en el área de Mathare. Hubo choques similares en Kibera, otro barrio pobre de Nairobi.
En Mathare, Wycliff Mokaya dijo a The Associated Press que su hija de nueve años fue abatida por una bala perdida cuando jugaba en el balcón de su apartamento en un tercer piso.
“Estaba mirándola jugar con sus amigas cuando cayó”, dijo Mokaya. “Ella era mi única esperanza”.
Un funcionario mortuorio dijo que nueve cadáveres con heridas de bala fueron llevados a la morgue de Nairobi desde Mathare. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no está autorizado a hablar con los medios de comunicación.
Los manifestantes, algunos con piedras o palos, corrieron a cubrirse mientras eran reprimidos a disparos en Kibera. Una persona fue muerta a disparos en Kibera durante la noche, aseguró Sam Ochieng, expresidente local del partido de Odinga.
Un fotógrafo de The Associated Press dijo que la policía utilizó gases lacrimógenos contra una gran caravana de vehículos que llevaban a funcionarios de la oposición que intentaban entrar a Kibera. La policía también disparó sus armas al aire.
La mayor parte del país de 45 millones de habitantes estaba tranquilo un día después de que la comisión electoral anunciara que Kenyatta, cuyo padre fue el primer presidente de Kenia después de la independencia del gobierno colonial británico, había ganado un segundo mandato de cinco años.
En su discurso de victoria, Kenyatta dijo que le estaba ofreciendo una "mano de amistad" a la oposición, que alegó que el padrón electoral fue hackeado y que los resultados fueron manipulados contra Odinga.
Kenyatta ganó con un 54% de los votos frente a casi el 45% de Odinga, pero la amarga disputa sobre la integridad del proceso electoral ensombreció lo que muchos kenianos esperaban sería una celebración de la democracia en una potencia regional conocida por su fortaleza económica y estabilidad a largo plazo.