Ciudad de México.- Por medio de nuevas prácticas fraudulentas como venta de facturas y de certificados de emisiones contaminantes apócrifos, la industria automotriz estima que los importadores de vehículos usados -en coordinación con empresas extranjeras- evadieron las contribuciones al fisco por alrededor del 50 por ciento del valor de los vehículos que se importaron, además de alentar la compra de vehículos "chatarra".

Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), denunció que empresas comercializadoras extranjeras como  Big Bear, Copart y GarciPaz otorgaban facilidades fiscales a sus clientes proporcionando información falsa o incorrecta que causó daño fiscal. Incluso, dijo, facturaban vehículos que no habían vendido sólo para disminuir el pago de impuestos, es decir que vendían facturas.

Recientemente el Servicio de Administración Tributaria (SAT) dio de baja a las empresas mencionadas, las cuales operaban en coordinación con los “coyotes” que utilizaban el mismo certificado de regulación ambiental para distintos automóviles, tenían inconsistencias en el domicilio fiscal, falseaban el precio de los automóviles, además de que no verificaban o falseaban el historial del vehículos.

En una conferencia conjunta con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) e Industria Nacional de Autopartes (INA), sus representantes denunciaron que estas prácticas provocaron un incremento en la entrada de autos el primer trimestre de 2016 con respecto al mismo periodo de 2015, subió 15 por ciento.

De enero a mayo las importaciones de autos usados se incrementaron en 10.2 por ciento, al introducir 75 mil 398 vehículos, con respecto a los 68 mil 837 que se importaron en los primeros cinco meses de 2016.

De acuerdo con AMDA dichas prácticas fraudulentas disminuyeron el pago de contribuciones entre un 50 y 60 por ciento y permitieron continuar con la importación de vehículos usados.

Eduardo Solís, presidente de AMIA, hizo un llamado al SAT y  la Secretaría del Medio Ambiente y recursos Naturales para que investigue y que no se tome la importación de autos usados como un tema político para ganar votos.