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Saltillenses se ponen cachondos por el frío, abarrotan sexshops
El mes de diciembre es el preferido por muchos, y no precisamente porque haga frío, aunque algo de eso influye. En sondeos anteriormente realizados por VANGUARDIA se les preguntó a los saltillenses acerca de sus fantasías sexuales y cómo viven las fiestas decembrinas. Algunos respondían con soltura, otros preferían no hacerlo, y no faltaba a quien su rostro lo delataba.
Y es que cuando se trata de hablar de fantasías sexuales, en pleno siglo 21, el tema sigue siendo tabú, al menos en la capital del Estado de Coahuila, a pesar de que es algo que forma parte de la naturaleza humana.
Sin embargo, las personas encargadas de las distintas tiendas eróticas de la ciudad (sex shop), confirman que en Saltillo existe la curiosidad de la gente por explorar su sexualidad, incluso más que en años anteriores, aunque por la discreción que se pide, estas situaciones no se dan a conocer.
En una de las tiendas dedicadas a la venta de artículos de lencería y juegos sexuales se exhibían trajes sexys de Santa Clós, conjuntos de falda con gorro navideño y medias atractivas, lencería provocativa, prendas de ropa comestible, lubricantes de sabores, consoladores con adornos navideños, bolis y popotes como bromas en forma de pene, vaginas o pechos.
Durante este mes, las ventas incrementaron un 50 por ciento, y tanto hombres como mujeres acuden a dichas tiendas, la mayoría consumiendo juguetes, como vibradores, vaginas o esposas, aunque también piden las bromas que son tangas con trompa de elefante o bota de santa, y encendedores con forma de mujer desnuda.
“Vengan y empiecen a conocer qué les gusta, no tengan miedo de pedirle a su pareja que cumpla sus fantasías, es un lugar donde muchas mujeres y hombres acuden, somos profesionales. También para quienes no tienen pareja puede venir y preguntar con confianza”, dijo Valeria Ruíz Granados, encargada de uno de estos negocios.