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Ataques de Trump a la prensa son “peligrosos”: NYT
Washington. El editor del diario The New York Times advirtió al presidente Donald Trump en una reunión en la Casa Blanca que sus crecientes ataques a los medios de comunicación son "incendiarios", "peligrosos" y "dañinos" para Estados Unidos.
La reunión entre Trump y A.G. Sulzberger, quien tomó las riendas del prestigioso diario estadounidense el 1° de enero, tuvo lugar el 20 de julio, tras una solicitud de la Casa Blanca. La sesión, en la que también participó el editor de la página editorial del NYT, James Bennet, se mantuvo en secreto de común acuerdo hasta que Trump la hizo pública a través de un tuit este domingo por la mañana.
"Tuve una reunión muy buena e interesante en la Casa Blanca con A.G. Sulzberger, editor del New York Times", escribió Trump en la red social. "Pasamos mucho tiempo hablando sobre la gran cantidad de noticias falsas publicadas por los medios & cómo las 'Fake News' se han convertido en 'Enemigas de la Gente' ¡Triste!", agregó.
En un comunicado difundido por el NYT, Sulzberger dijo que el tuit del presidente vuelve pública la reunión, y describió lo que pareció ser un encuentro inusualmente duro y contundente con el presidente. "Le dije directamente al presidente que creía que su lenguaje no solo era divisivo sino que era cada vez más peligroso", dijo Sulzberger en el comunicado.
El intercambio se produce en un momento de alta tensión entre Trump y los medios estadounidenses, con el presidente denunciando regularmente informes de noticias críticas como "noticias falsas" ("fake news").
"Le dije que aunque la frase 'noticias falsas' no es cierta y es dañina, me preocupa mucho más que se etiquete a los periodistas como 'el enemigo del pueblo'. Advertí que este lenguaje incendiario está contribuyendo a un aumento de las amenazas contra los periodistas y conducirá a la violencia", agregó el editor del NYT.
Sulzberger dijo además que algunos líderes extranjeros usando el lenguaje de Trump para justificar represiones a periodistas, le advertí que estaba poniendo vidas en riesgo". "Le imploré que reconsiderara sus amplios ataques al periodismo, que considero peligrosos y dañinos para nuestro país", dijo el editor.
Pero Trump no permitió al diario quedarse con la última palabra. En una serie de tuits el domingo por la tarde, lanzó nuevos ataques contra la prensa, diciendo que son los medios los que "ponen vidas en riesgo, no solo las de los periodistas... al revelar las deliberaciones internas de la administración".
"El fallido New York Times y el Washington Post de Amazon no hacen más que escribir artículos malos, incluso en historias de éxito muy positivas, ¡y nunca cambiarán!", escribió Trump en la red social.
"Última oportunidad"
Sulzberger, de 37 años, es el último de una larga lista de Sulzbergers que lidera el diario estadounidense. Cuando asumió el timón de la "Dama Gris" tras varios años como reportero o editor, Trump tuiteó que el ascenso del joven le dio al periódico una "última oportunidad" de demostrar imparcialidad y de informar las noticias "sin temor ni FAVOR".
Pero, desde entonces, tanto el diario como otras fuentes de noticias se han hecho eco de los problemas personales y políticos de Trump, y publicado sus frecuentes errores. El presidente ha respondido con tuits contra el NYT en repetidas oportunidades, tildándolo de "muy deshonesto", "fallido y corrupto", y asegurando que usa "fuentes falsas e inexistentes".
Luego de que la reunión entre Trump y Sulzberger se hiciera pública, se especulaba si el encuentro llevaría a una mejor relación entre la Casa Blanca y los medios. Al respecto, un exeditor del NYT había recomendado en las redes sociales: "No aguanten la respiración". Como sea, las relaciones de Trump con la prensa han registrado recientemente un mayor deterioro.
La Casa Blanca prohibió el miércoles pasado a Kaitlan Collins, de CNN, asistir a una conferencia de prensa luego de que la periodista hiciera preguntas consideradas "inapropiadas" en un evento. Olivier Knox, titular de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, deploró la decisión como una respuesta "mal enfocada y débil" hacia una periodista que simplemente estaba haciendo su trabajo.