Asimov versus la robofobia o el romanticismo de las leyes de la robótica

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Asimov versus la robofobia o el romanticismo de las leyes de la robótica

El escritor de origen ruso propuso tres normas que no calman a los robofóbicos. Foto: AP
Las normas que acuñó Isaac Asimov no son suficientes para que quienes temen a los robots calmen su fobia

A 97 años de su nacimiento, Isaac Asimov  es considerado como uno de los más grandes autores de ciencia ficción, mientras que las leyes de la robótica son su principal legado. No obstante, la tercia de reglas cobra mayor vigencia en la actualidad gracias al creciente temor que despiertan los cada vez más numerosos autómatas.

Desde la obra escrita por Isaac Asimov hasta las tiras cómicas actuales, la relación entre los robots y los humanos ha fascinado por mucho tiempo y ha preocupado a la gente. Esto último a tal grado que incluso hay un término para describir una ansiedad irracional sobre los robots y otras máquinas de automatización avanzadas: robofobia.

Las preocupaciones van más allá de referencias como Terminator, pero son constantes y muchas veces hechas por personajes de gran peso.

Así, personas como el cofundador de Apple Steve Wozniak han sugerido que los robots nos convertirán en sus mascotas, mientras que otros, como el emprendedor tecnológico Elon Musk, han advertido sobre los peligros de ir demasiado lejos y rápido en el desarrollo de ‘robots pensantes’ con inteligencia programada, los cuales podrían evolucionar su autoconciencia como los humanoides en la serie de HBO Westworld".

Los autómatas encarnan muchos temores para los humanos. Foto: AP

De igual manera, el físico Stephen Hawking dijo en 2014 a la BBC que el “desarrollo de inteligencia artificial completa podría conjurar el fin de la especie humana”.

Mientras tanto, los expertos varían en sus proyecciones sobre cuánto tiempo tardará, en caso de que ocurra, la llegada de dicha amenaza.

A estas alturas, es prudente recordar las tres leyes de la robótica elaboradas por Asimov:

  1. Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe hacer o realizar las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.

Mientras tanto, aunque las muertes por robots sean una rareza entre los accidentes industriales, los pocos casos que hay siempre llaman la atención por su naturaleza y, sobre todo, porque contradice el ideal de Asimov.

No son pocos los que se han pronunciado contra el desarrollo de los robots. Foto: AP

Al respecto, el profesor Howie Choset de la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh ve que el miedo a que los robots tomen trabajos hace su misión más difícil.

"Debe comenzar esta discusión con la línea de base de que la automatización y la innovación crean empleos", dijo a AP, “al llevar a nuevos productos y procesos y a los nuevos trabajos para fabricarlos y operarlos”.

"Entonces tienes que preguntarte, ¿por qué los robots serían diferentes? Y las personas son muy rápidas para decir: 'Bueno, los robots son inteligentes, hacen lo que los humanos pueden hacer', y existe este temor que ha sido inculcado en cierta manera por la ciencia ficción".

Comparando el miedo a los robots actual con las preocupaciones que en el siglo XIX despertaban las máquinas de vapor, Choset dice: “los robots son solo la siguiente generación de máquinas”.

Sin embargo el conjunto de normas propuesto por Asimov, y citado hasta el hartazgo a lo largo de la historia de la ciencia ficción contemporánea, parece no servir de mucho para calmar la ansiedad de los robofóbicos.

¿Profeta fallido o visionario?

En ocasiones Asimov especuló más allá de las páginas de su obra. Hace 50 años, el autor de origen ruso se aventuró a hablar de la época en la que ahora vivimos y sus predicciones han sido hasta cierto punto acertadas.

Asimov vaticinó un futuro que solo se cumplió a medias. Foto: AP

“¿Cómo será la vida, digamos, en 2014, dentro de 50 años? ¿Cómo será la Feria Mundial de 2014? No lo sé, pero puedo suponerlo”, escribió Asimov en un artículo para The New York Times, en el marco de la Feria Mundial de Nueva York de 1964.

El escritor predijo algunas de las tecnologías que hoy se disfrutan, pero también al menos 40 por ciento de los 50 puntos de su artículo no se han cumplido. Por supuesto, no puede interpretarse como una falla del autor, sobre todo si se tiene en cuenta que el género de ciencia ficción no es una buena herramienta para pronosticar.

No obstante, aunque la virtud de Asimov radique en imaginar nuevos futuros, son precisamente las leyes de la robótica su aportación más significativa, no sólo al género de ciencia ficción, sino al mundo en general.

Este año, a un cuarto de siglo de su fallecimiento, la triada de normas de Asimov cobra mayor importancia no solo por el apogeo de las nuevas tecnologías, sino por las preocupaciones que despierta entre la población la cada vez más inminente presencia de los robots en todos los ámbitos.