Don José, acompañado de su inseparable amigo Beto, está consciente de que nada después del coronavirus será igual. 

Ellos por ejemplo salen a trabajar con cubrebocas y utilizan el agua y jabón cada que tienen unos minutos para desinfectarse las manos. 

El coronavirus, aún no ha afectado la buena voluntad de la gente, que ayuda a Don José. “La gente me sigue ayudando, porque saben que yo tengo que salir a trabajar con Beto para cumplir con las barcas y los compromisos que tenemos”, dice. 

El septuagenario que lleva más de 40 años trabajando en los cruceros, dice que no recuerda un Día del Trabajo tan difícil como este, pero asegura que mientras tenga salud y las piernas le permitan moverse saldrá a las calles a alegrar con la presencia de Beto y sus canciones.  

“Antes yo tuve mucho trabajo, me gustó la cantada desde niño y ganaba premios en los concursos, ya después de grande me metí como semiprofesional a cantar en ferias y el bailes. Tengo mis canciones, más de 60 y muchas de ellas salen de aquí de lo que veo”, cuenta.

Don José asegura que luego de su etapa como cantante, continuó como payaso y animador de eventos sociales, desde entonces Beto lo acompañe en su día día para ganarse su sustento y continuar con su labor altruista apoyando a jóvenes de escasos recursos para que estudien.

“Yo lo que necesito es un poco más de tiempo, para que Dios me permita seguir trabajando y ayudando, si Dios quiere y me deja llegar hasta los 100 años más pero que lo haga con el mismo ánimo y las fuerzas para seguir trabajando porque yo no soy alguien que está esperando a ver qué me dan”, dijo. 

Beto y Don José, son un ejemplo de esfuerzo y trabajo continuo a pesar de la adversidad. Don José dice que en tanto las autoridades y la salud le permitan salir a las calles, continuarán haciéndolo para ayudar a los demás.