La mayor parte de Europa occidental quiere que Trump pierda las elecciones. Una encuesta reciente de YouGov en siete países (Gran Bretaña, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, España y Suecia) muestra que solo un 15% espera que Trump gane. En todo el continente, una reelección de Trump indicaría que Estados Unidos está renunciando a su papel de liderazgo en el escenario mundial.

En Ucrania, donde la demanda de Trump de suciedad política sobre Biden lo llevó a juicio político, existe la preocupación de que en una elección cerrada Trump pueda hacer otra llamada telefónica "perfecta" al presidente Volodymyr Zelensky para pedirle otro favor, un mensaje de felicitación para otorgar legitimidad a un reclamación prematura de la victoria.

En China, muchos se refieren a la campaña presidencial como "una batalla vergonzosa entre dos geriátricos, y una revista, Caijing,  pregunta :" ¿Por qué el debate presidencial estadounidense parece una disputa en un mercado húmedo? "

Pero el presidente Xi Jinping parecía estar atacando directamente a Trump la semana pasada cuando dijo: "En el mundo contemporáneo, cualquier unilateralismo, proteccionismo o egoísmo extremo nunca funcionará”.

En Rusia, las organizaciones de noticias pro-Kremlin han jugado con la posibilidad de violencia y caos, permitiendo a los comentaristas que describen la democracia estadounidense como podrida hasta la médula declarar la campaña como un momento de “te lo dije”.

"¿Está Estados Unidos a un paso de la guerra civil?" leer un titular en Komsomolskaya Pravda, el periódico más popular del país.

Muchos rusos dicen que temen un Trump más radical e incluso menos limitado en un segundo mandato. En comparación, una presidencia de Biden sería bienvenida como "un regreso a la civilización".

Con información de medios