Así será la Tierra dentro de cien años

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Así será la Tierra dentro de cien años

Rascacielos kilométricos, ciudades submarinas en forma de burbuja, casas y comidas impresas en 3D, colonias espaciales, drones personales como medio de transporte. Son algunos de los avances que serán parte de la vida cotidiana dentro de 100 años.

Ni usted ni yo lo veremos pero muchas de las tendencias, avances y tecnologías que serán moneda corriente dentro de 100 años, ya están presentes o se adivinan en nuestros días, e imaginar cómo será la vida diaria y el entorno habitual de los terrícolas del mañana lejano puede ser un apasionante viaje al futuro.

En muchos casos las formas en que vivirán, trabajarán y se divertirán los humanos del 2116 cambiarán radicalmente comparadas con las que hoy conocemos, de acuerdo al estudio ‘SmartThings Future Living Report’ (STFLR), elaborado por prestigiosos académicos, científicos, arquitectos.

Una ciudad burbuja submarina de las que habrá en el planeta dentro de cien años. Foto EFE/ Taylor Herring
Durante el próximo siglo seremos testigos de multitud de cambios sísmicos en la forma en que vivimos y nos relacionamos con nuestro entorno"...
Maggie Aderin-Pocock, coautora del estudio ‘SmartThings Future Living Report’ (STFLR)

El cuadro de la vida humana dentro de 100 años lo elaboró un equipo de prestigiosos académicos del Reino Unido, entre los que figuran la científica espacial Maggie Aderin-Pocock,  los arquitectos futuristas y profesores de la Universidad de Westminster Arthur Mamou-Mani y Toby Burgess, y los urbanistas Linda Aitken y Els Leclerq.

Muchas predicciones de este informe se basan en el análisis de la evolución de las condiciones ambientales y del crecimiento de las poblaciones, que conducirán a desarrollar estructuras capaces de hacer frente a las limitaciones de espacio y la disminución de los recursos naturales, según el STFLR, facilitado a Efe por la compañía Taylor Herring, portavoz de  SmartThings.

"Durante el próximo siglo seremos testigos de multitud de cambios sísmicos en la forma en que vivimos y nos relacionamos con nuestro entorno", comenta la doctora Maggie Aderin-Pocock,  coautora de este informe encargado por  la división británica ‘SmartThings’ (www.samsung.com/uk/smartthings) de Samsung.

"Es muy probable que veamos la aparición de megaestructuras imponentes, así como ciudades subacuáticas y un sistema de transporte basado en drones voladores muy avanzadas, algunos de los cuales podrían ser lo suficientemente grandes y potentes  como para trasladar casas enteras al lugar donde se pasarán las vacaciones”, de acuerdo a la doctora Aderin-Pocock.

Dado que el espacio de las ciudades se volverá más apretado, los seres humanos vamos a cavar más profundo y a construir más alto, edificando  rascacielos kilométricos que incluirán materiales con  carbono y diamante modificados a escala microscópica, y haciendo túneles que alojarán enormes estructuras subterráneas de 25 o incluso más plantas de profundidad, según el STFLR.

ESFERAS GIGANTES BAJO EL AGUA

Las ciudades bajo el agua llegarán a ser una realidad, aprovechando el agua en sí misma para crear atmósferas respirables en su interior y generando combustibles a base de hidrógeno durante ese proceso, según este estudio.

Algunos de nuestros descendientes van a viajar a través de carriles aéreos con sus propias aeronaves personales, en lugar de utilizar los coches, y utilizarán aviones no tripulados o drones voladores como 'mulas de carga’, capaces de trasladar casas enteras por todo el mundo, para vivir una auténtica experiencia de "hogar lejos del hogar" durante las vacaciones, añade.

“Dentro de un siglo las tecnologías de impresión 3D se habrán desarrollado al punto de permitir que se impriman las casas y sus muebles, y de fabricar réplicas exactas de edificaciones y grandes estructuras a gran escala con materiales reciclables y propios de cada lugar geográfico”, de acuerdo a este trabajo británico.

Los avances tecnológicos también posibilitarán crear en las casas de 2116 unos espacios hiperflexibles que se adaptarán a las necesidades de vida de sus habitantes cambiando, por ejemplo, la distribución de las habitaciones y del mobiliario, según el estudio para ‘SmartThings’.

El informe también explica que estas casas inteligentes y dúctiles incluirán tabiques móviles que permitirán reducir el tamaño de dormitorio y agrandar la sala de estar cuando se reciban clientes o visitantes, y paredes maleables que cambiarán de forma, proporcionando asientos o estanterías adicionales a pedido de los usuarios.

En la imagen una infografía de la colonización de otros mundos que se producirá en el próximo siglo. Foto EFE/Taylor Herring

Por otra parte, la instalación en las habitaciones de superficies inteligentes con iluminación LED (mediante diodos electrónicos) reducirá la necesidad de que las personas vuelvan a decorar periódicamente su hogar, ya que las paredes, pisos y techos cambiarán de aspecto, colores, tipos e intensidad de luz, para adaptarse a sus diferentes estado de ánimo, según este informe.

COMIDA IMPRESA Y REUNIONES VIRTUALES

La impresión 3D también servirá para alimentarse: en lugar de preparar complicadas recetas de cocina o de pedir una pizza para que la entreguen en su domicilio, los urbanitas del mañana descargarán por Internet los platos de los chefs más famosos o adaptados a sus necesidades personales, y podrán imprimir un banquete o su pastel favorito en pocos minutos, señala el trabajo.

La vida laboral se transformará de manera radical con el uso  generalizado de hologramas que permitirán a los directivos, empleados o profesionales, asistir a las reuniones de forma virtual, pudiendo interactuar, de forma realista, con sus colegas como si estuvieran en la misma habitación, sin tener que desplazarse o dejar la comodidad de sus hogares, añade.

“Así, gracias al tiempo ahorrado en viajar y asistir a reuniones en persona,  se podría disfrutar de una semana laboral más corta, cuya duración sería de tres días”, según los autores.  

En la imagen un dron transportando una casa de vacaciones. Foto EFE/Taylor Herring

Una vez en casa, una serie de dispositivos electrónicos de medicina compactos,  auscultarán la salud de las personas, confirmado si están enfermas, proporcionando un diagnóstico digital, suministrando medicamentos o poniéndole en contacto con un médico o cirujano a distancia si fuera necesario.

"La revolución de las casas inteligentes conectadas a los ‘smartphones’ por medio de internet tendrá implicaciones positivas y masivas sobre la forma en que viviremos. Nuestros hogares serán cada vez más inteligentes.  Ya son capaces de detectar la presencia de personas, animales domésticos, humo, humedad y luces y esto es sólo el principio”, asegura James Monighan, director general de SmartThings, en el Reino Unido.

Los expertos del‘SmartThings Future Living Report’, también vaticinan que los humanos del 2116 ya estarán  colonizando el espacio, comenzando primero por la Luna y el planeta Marte, y viajando, a continuación, hacia otros mundos cada vez más alejados de la Tierra, dentro de nuestra la galaxia.

En la imagen la científica Maggie Aderin-Pocock. Foto EFE/Taylor Herring and David Parry/PA Wire.

¿A quién no le gustaría estar allí dentro de 100 años, para poder disfrutar de esas singulares experiencias?.

DESTACADOS:

-- Nuestros descendientes utilizarán potentes drones voladores como 'mulas de carga' para trasladar sus casas por todo el mundo y vivir una auténtica experiencia de "hogar lejos del hogar" durante las vacaciones, según el estudio ‘SmartThings Future Living Report’ (STFLR).

-- Los seres humanos vamos a edificar rascacielos enormes que incluirán materiales con  carbono y diamante modificados a escala microscópica, y cavaremos túneles que alojarán enormes estructuras subterráneas de 25 o incluso más plantas de profundidad, según el STFLR.

-- "El próximo siglo seremos testigos de multitud de cambios sísmicos en la forma en que vivimos y nos relacionamos con nuestro entorno y veremos la aparicion de megaestructuras imponentes y ciudades subacuáticas", comenta la científica espacial Maggie Aderin-Pocock, coautora de este informe.

Por Ricardo Segura/EFE_Reportajes