Doce equipos armaron una revolución en el futbol europeo al anunciar la creación de una Superliga de Europa, con los equipos más populares.

Cuestiones económicas movieron esos intereses, lo que ocasionó un enojo de la UEFA y la FIFA, afirmando que dejarían fuera a esos equipos de sus competiciones.

Sin equipos como el Barcelona, Real Madrid, Manchester City, entre otros, las plazas para la Champions League serían muy distintas en Italia, España e Inglaterra. 

En la Premier League, que tiene a seis "rebeldes", los invitados a la próxima Champions League serían el Leicester City, West Ham United, Everton y Leeds United.

Por su parte a la Europa League accederían el Aston Villa, Wolverhampton y el Crystal Palace. 

En La Liga, Sevilla, Villarreal, Betis y Real Sociedad serían los encargados de representar a España en la Champions mientras que para la Europa League serían el Granada, Levante y Celta de Vigo.

Por Italia, el Atalanta, Napoli, Lazio y la Roma serían los representantes de la Serie A en Champions y el Sassuolo, Hellas Verona y Sampdoria para la Europa League.