Primero fue Autopilot y más tarde Aummon, sin olvidarse de Autopark. Con esas tres funciones, Tesla consiguió que sus vehículos sean capaces de funcionar, prácticamente, sin intervención humana. Es que el conductor todavía es necesario, por ejemplo, para decidir si es necesario cambiar de carril.

Hasta ahora, eran los dueños de los autos quienes subían imágenes para mostrar cómo trabajan los vehículos. Por primera vez, Tesla decidió mostrar las capacidades de su modelo S en un solo video.

Las imágenes muestran en primer lugar Summon, un sistema que se activa con un solo toque en el teléfono: abre la puerta del garage, enciende el auto y lo estaciona en la puerta, a la espera de que los ocupantes se suban.

Autopilot es el siguiente sistema que Tesla decidió mostrar en detalle. Se activa con un par de toques en un botón del volante y de ahí en más es el vehículo quien toma el control. Empleando sensores ubicados en los laterales del auto, se miden carriles, distancias y objetos alrededor.

Esta función fue una de las más aplaudidas por los medios especializados dada la sencillez y eficacia alcanzada por la empresa fundada por Elon Musk.

En medio de la ruta, si el humano detrás del volante desea cambiar de carril para ir más rápido –o lento- solo tiene que accionar las luces de giro. Será él quien defina la acción, pero el vehículo es el que se encarga del momento para tomar la decisión, sin necesidad de tocar el volante o los pedales.

Una vez arribado a destino, los autos de Tesla ofrecen estacionamiento automático. El vehículo detecta un espacio libre y, al activar el sistema, la acción de estacionar se realiza sola, bajo la supervisión del usuario.

Con 400 kilómetros de autonomía y una velocidad máxima de 250 km/h, el modelo básico de Tesla S cuesta en los EEUU USD70.000.