En el sexenio pasado, Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera mostraban en público una relación de pareja, pero fuera de cámaras llevaban una vida separada.

El entonces Presidente pasaba casi todos sus fines de semana en su casa en el Club de Golf de Ixtapan de la Sal, y en seis años, a la Primera Dama sólo se le vio ahí a principios de 2013.  En muchas ocaciones, el ex mandatario viajaba con su hijo Alejandro o con amigos.

Miembros del Estado Mayor Presidencial que trabajaron al interior de Los Pinos aseguran que la pareja vivía en residencias separadas, ella en la Casa Miguel Alemán y él en la Cabaña Uno, según los informes del periódico Reforma. 

En seis años, Rivera prácticamente se mantuvo al margen de las actividades oficiales del Presidente. En ese periodo, apareció con Peña Nieto en 105 actos públicos.

La periodista Érika Hernández describe que de las 69 giras que el mexiquense realizó por el extranjero, la Primera Dama lo acompañó en al menos 15, sobre todo en aquellas donde el protocolo marcaba estar acompañado de su esposa.

En Navidad o Año Nuevo, Peña Nieto cumplía con el protocolo familiar en Acapulco, en la casa de descanso para el Presidente en turno, propiedad de la Marina, pero al siguiente día partía solo a las playas de Punta Mita o Tamarindos, donde permanecía el resto del tiempo de asueto.

Lo mismo sucedía en periodos de Semana Santa y verano, el Presidente siempre viajaba solo o con sus hijos.

Así sucedió en agosto de 2018, cuando Peña Nieto viajó a Punta Mita con sus hijas Nicole y Paulina, mientras que Rivera lo hizo con las suyas a Europa.

En el día del cumpleaños de ella o sus hijos, siempre publicaba fotografías donde aparecían juntos; la mayoría era tomada en Los Pinos.

Durante el primer año de la Administración, en los viajes al extranjero, se pedía a los fotógrafos oficiales tomarles imágenes en pareja en sitios turísticos emblemáticos.

En cinco años, siempre publicó en sus redes sociales imágenes de los dos en su aniversario, pero en 2018 ya no lo hizo.

 En algunas ocasiones se pedía a elementos del Estado Mayor Presidencial, que se hacían cargo de la logística, que la suite contara con dos habitaciones, y en otras giras ambos compartían la misma habitación, especialmente cuando el Gobierno anfitrión les proporcionaba una casa de huéspedes.

De acuerdo con personal que atendía en Los Pinos, Rivera pasaba largas temporadas en el extranjero, principalmente Miami, donde tiene un departamento, así como en Boston o Los Ángeles, donde estudian sus hijas.

El 20 de enero de 2017, un día clave para el Presidente porque asumía Donald Trump la Presidencia de Estados Unidos, su esposa se encontraba en Miami.

En el País, lo acompañó unas 14 veces a giras, mientras que en Ciudad de México asistía a actos públicos relacionados con salud o niños. Siempre estuvo presente en sus informes de Gobierno y fiestas patrias.

En el sexenio pasado, la oficina de prensa de la Primer Dama sólo emitió una decena de comunicados sobre sus actividades públicas relacionadas con el DIF.

Durante 2018, el año que más aparecieron juntos, se dejaron ver en 19 ocasiones, aunque la última vez que se les vio en público fue en la ceremonia por la Independencia.

El 23 de noviembre del año pasado, Rivera no asistió a la ceremonia de "bautizo" del buque Reformador de la Armada de México, pese a que era madrina.

Durante seis años, la versión que siempre estuvo presente fue que la pareja presidencial se separaría al final del sexenio, pues tenían una relación más de amistad que de esposos, por lo que finalmente se cumplió el pasado viernes, cuando ella anunció su divorcio.