Sólo le falta subirse a la proa de un barco y gritar ¡Soy el rey del mundo! ante sus 41.000 fans de Instagram. O ponerse un collar hippy y largarse a Phuket. O vestir una camisa de flores a lo Romeo+Juliet versión Baz Luhrmann. El parecido de este camarero sueco con (la versión joven de) Leonardo DiCaprio es tan asombroso que tiene a Instagram conmocionado. Cómo explicar si no que este chavalín de 21 años haya amasado a casi cincuenta mil fans en la red social. Se llama Konrad Annerud, trabaja en una discoteca y, ojo, que también es músico (su EP se puede escuchar en Spotify).

A Konrad le gusta fotografiarse en plan Leo canalla, con toques de James Dean a lo Rebelde sin causa: mucho cigarrito, mucho torso desnudo y mucha chaqueta motera de piel con mirada intensa al infinito. Extrañamente, no le ha dado por ponerse en plan Leo en A quién ama Gilbert Grape. 

Sus poses le han valido la admiración de la prensa local (esta es la entrevista que lo convirtió en una auténtica celebrity sueca) y de ahí ha captado la atención del Vanity Fair estadounidense, que ha traducido sus palabras para convertirlo ya en nuevo icono masculino digital (su fanbase instagramera se ha doblado en apenas 24 horas).

"Me molesta un poco que la gente me llame Leo en lugar de decir mi nombre real", ha dicho. Al parecer ser el doble del eterno aspirante al Oscar le ha hecho replantearse hasta cambiar de peinado ("quise raparme la cabeza") porque cuando estuvo en Italia el verano pasado "fue muy caótico porque la gente no dejaba de gritar ''Leo!' y querían hacerse fotos conmigo todo el rato, ha sido la experiencia más loca de toda mi vida".

Pese a los inconvenientes, Konrad también ve el lado positivo y reafirma su autoestima: "Es divertido parecerse a él, quiero decir, él es muy guapo". Luego yo, también.

S Moda / El País