El día de ayer el mundo del beisbol estuvo de luto con la muerte del Cy Young, Roy Halladay, luego de que perdiera la vida en un accidente aéreo,

Pero no ha sido el único beisbolista que ha muerto de manera trágica.

La primer gran tragedia en el mundo del beisbol ocurrió en 1903, cuando el jardinero Ed Delahanty murió al caerse de las Cataratas del Niágara mientras disfrutaba de sus vacaciones. 

Mel Ott fue el segundo pelotero que murió de manera trágica al perder la vida en un accidente automovilístico. Al año siguiente, Terry Lyons, murió asfixiado mientras su dentista le suministraba un gas. 

Jimmie Foxx fue otro de los peloteros que sorprendió con su muerte, cuando en 1967 se atragantó con un pedazo de carne y perdió la vida.

Otro de los casos más sonados es el de Roberto Clemente en 1972, que murió cuando la aeronave en la que viajaba se cayó al mar.

Clemente buscaba ayudar a los damnificados de un terremoto en Nicaragua y no alcanzó a llevar su apoyo. 

Thurman Munson, ex catcher de los Yanquis de Nueva York, murió al estrellarse su avión mientras lo piloteaba. 

En 1986, Roberto Peña murió envenenado con alcochol y ese mismo año, Norman Cash falleció ahogado a los 51 años. 

Una de las última tragedias ocurrió en el 2016, cunado el pelotero José Fernández, la gran promesa de las Grandes Ligas muriera en un accidente con su lancha.