A plena luz del día, cuatro hombres fuertemente armados irrumpieron en un negocio especializado en ventas de artículos de belleza, amenazando a trabajadoras y clientes, a quienes despojaron de sus pertenencias.

Además de eso, los delincuentes lograron tomar una cantidad aún no determinada de dinero en efectivo, huyendo de forma pedestre y generando una movilización policiaca muy fuerte, cuyas acciones de vigilancia llegaron hasta el centro de la ciudad.

Cerca de las 14:30 horas fue activado el código rojo, la máxima alerta de seguridad en la región, luego de que se reportara el asalto a mano armada en la tienda Aguillón, la cual se ubica en la calle Abasolo y José Cárdenas, de la colonia Guanajuato.

Las víctimas indicaron a los uniformados que cuatro individuos que portaban armas de fuego se habían presentado en el negocio, quitándoles celulares y carteras, y apoderándose del dinero de las ventas.

Pronto, elementos de la Policía Municipal, Policía Investigadora del Estado, Grupo de Respuesta Operativa Metropolitana (GROM) y Fuerza Coahuila se unieron a la búsqueda de los responsables.

Una alerta los llevó hasta la calle de Allende y Aldama, donde presuntamente podrían interceptar un vehículo sospechoso donde podrían estarse trasladando los asaltantes, acudiendo todas las patrullas al lugar.

La movilización generó incertidumbre y pánico entre los transeúntes y los empleados de los negocios que operan en el Centro, quienes se resguardaron al ver la cantidad de patrullas que bloquearon la calle por varios minutos.

Después de eso, las unidades salieron disparadas hasta la gasolinera que se ubica a un costado de la secundaria “Margarita Maza de Juárez”, donde se informó de la detención de tres mujeres.

Sin embargo, las féminas fueron dejadas en libertad, ya que solamente se habían encontrado uno de los celulares que los asaltantes dejaron caer sobre el bulevar Jesús Valdez Sánchez durante su huida.

No se pudo detener a los responsables del atraco, sin embargo, una mujer fue asegurada luego de que insultó a los oficiales que resguardaban la tienda Aguillón, a los cuales insultó por no haber podido evitar que le robaran las pertenencias a su esposo, que era uno de los clientes que estaban en el local durante el atraco.