Asalariados y ninis, presa fácil del narco

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Asalariados y ninis, presa fácil del narco

Preside obispo ceremonia de bendición de los Santos Óleos

Entre 10 y 12 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan (ninis), así como las personas que reciben un salario mínimo en las grandes empresas mexicanas son presa fácil del narcotráfico, de acuerdo con el obispo de Saltillo, Raúl Vera López. 
Durante el sermón de la misa crismal donde se realizó la renovación de promesas sacerdotales y la bendición de los santos óleos, el obispo señaló que México al no ofrecer buenas condiciones ni oportunidades laborales ni de vida a millones de personas, éstas buscan alternativas fáciles para vivir como el narcotráfico.
“Los cautivos son todos esos que están ganando miserias en las empresas y no pueden hacer otra cosa, o todos aquellos que no tienen un trabajo formal y tienen que andar vendiendo cositas en la calle o limpiando vidrios. El cautiverio que se crea también en las políticas públicas donde están dejando a 10 ó 12 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan porque este país no les da oportunidad de hacerlo y esos jóvenes que no tienen futuro, van a dar al narcotráfico”, denunció.
De acuerdo con el Reporte del Estado de Población Mundial 2014 del Fondo de Población de  Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés), el 60 por ciento de los jóvenes en países en desarrollo no estudian y tampoco trabajan. 
En julio del año pasado el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) —que agrupa a 34 países— remarcó que México se encuentra entre los países con las tasas más altas de ninis, pues representa el 22.4 por ciento de la población de 15 a 29 años. 
De acuerdo con el informe de la OCDE, casi 6 de cada 10 ninis provienen de hogares pobres o ubicados en zonas vulnerables y permanecen en esa condición, además el vínculo entre los ninis y la inseguridad en México se deriva de una combinación de factores como el incremento en la proporción de ninis hombres, la falta de oportunidades laborales para los jóvenes y un incremento en el mercado ilegal que hizo que el crimen organizado demandara más trabajadores.

Los cautivos son todos esos que están ganando miserias en las empresas y no pueden hacer otra cosa".
Raúl Vera, obispo de Saltillo.