Tijuana, B,C. El arzobispo de la Arquidiócesis de Tijuana, Rafael Romo, afirmó que las reformas constitucionales para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, promovidas por el presidente Enrique Peña Nieto, son una exposición “realmente infeliz” que busca congraciarse con un “grupito”.

Romo Muñoz lamentó el anuncio de Peña Nieto, porque -dijo- se trata de “medidas tomadas con pobreza para congraciarse con un grupito que propone cosas inaceptables y se les da luz verde”.

Baja California es una de las entidades del país donde constitucionalmente se reconoce el matrimonio exclusivamente entre un hombre y una mujer, con fines de procrear.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró en 2014 la inconstitucionalidad del artículo 7, y avaló el primer matrimonio entre dos hombres, en 2015. Sin embargo, las autoridades estatales y municipales del PAN y PRI han buscado impedir otras uniones mediante suspensiones definitivas.

Romo reiteró su postura sobre si los mexicanos, “nos vamos a dejar gobernar por grupos; entonces qué tendría que hacer la Iglesia católica para que le hagan caso”. Agregó que “se trata de una situación mal encaminada que sólo obtendrá aplausos en algunas partes”.

El arzobispo que se mantiene en servicio, a pesar de haber cumplido desde hace un año la edad permitida por la grey católica para oficiar, advirtió que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras instituciones han buscado lastimar a la Iglesia.

“En el mundo entero, la Iglesia ha sido siempre una piedra de choque que molesta los zapatos, y todas las instituciones, desde la ONU, tienen la intención de lastimarla, aunque no aparezca tan claramente”, dijo en referencia a la instrucción que ese organismo internacional dio a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de inscribir a México en el Grupo Núcleo de la ONU, a favor de los colectivos Lésbicos, Gay, Bisexuales, Transexuales e Intersex (LGBTI).