Arsene Wenger venció a su rival José Mourinho por primera vez en un partido de la Premier, cuando Arsenal se impuso el domingo 2-0 a Mancester United para mantener apenas con vida sus esperanzas de clasificarse a la Liga de Campeones.

Granit Xhaka, con un cañonazo desviado, y el ex jugador de United Danny Welbeck, con un impresionante cabezazo, anotaron los goles de Arsenal en un espacio de cuatro minutos en la segunda mitad del partido, para poner fin a una racha de Man U de 25 partidos sin derrota en la liga desde octubre.

Fue el 16to choque competitivo entre Wenger y Mourinho _ y el 13ro en la Premier _ desde el 2004. Ha sido una rivalidad desequilibrada, pero Wenger finalmente se impuso al hombre que una vez le llamó “especialista en fracaso”, para un resultado que pudiera marcar el fin de las esperanzas de United de finalizar entre los cuatro rimeros y da a Arsenal algunas esperanzas.

Arsenal se acercó a dos puntos debajo de United, que va quinto, pero tiene un partido de más, y anda siete puntos debajo de Liverpool, habiendo jugado dos menos y seis debajo de Mancester City, con uno menos. A Wenger le quedan cuatro partidos para lograr su 20ma campaña consecutiva en la Liga de Campeones.

United no tiene goles de visitante ante un rival entre los seis primeros en la liga en toda la campaña.

Arsenal treparía por encima de United si vece a Southampton el miércoles.

En el otro duelo de la jornada, el récord perfecto de James Milner desde el punto de penales se acabó en un momento crucial para la campaña del Liverpool en la liga, en un empate de 0-0 contra Southampton que dañó las aspiraciones del equipo a clasificación para la Liga de Campeones.

Milner había anotado en sus siete previos tiros de penal, pero su octavo intento fue parado por el arquero de Fraser Forster a los 66 minutos de un duelo deslucido en Anfield. Fue el primer penal fallado por Milner en la Premier desde el 2009.

El empate colocó a Liverpool de regreso en el tercer puesto, por encima de Manchester United, pero fue una oportunidad desperdiciada en sus esfuerzos por terminar entre los cuatro primeros y regresar a la máxima competencia europea la próxima campaña.

Southampton defendió herméticamente y apenas dio oportunidades a un equipo de Liverpool que jugó demasiado estrecho y sin imaginación.

Liverpool ha conseguido solamente dos puntos de sus últimos tres partidos en Anfield y está pasando trabajos para anotar a en ausencia del lesionado Sadio Mané.