Armadoras piden incentivos fiscales para desarrollo

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Armadoras piden incentivos fiscales para desarrollo

Foto: Especial
Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la AMIA, dijo que este incentivo ya existía en el país, y les permitía deducir hasta 30% de la inversión en investigación y desarrollo del Impuesto Sobre la Renta. Pero en 2008, el Gobierno lo canceló

CIUDAD DE MÉXICO.- La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz —18 armadoras—, cabildea en Cámara de Diputados un incentivo fiscal para deducir 30% de inversiones que hagan en investigación y desarrollo en el país.

Para lograrlo, la asociación creó un comité, el Grupo Nacional de Instituciones Académicas y de Investigación para la Industria Automotriz, donde participan las secretarías de Hacienda y Economía, Proméxico y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la AMIA, dijo que este incentivo ya existía en el país, y les permitía deducir hasta 30% de la inversión en investigación y desarrollo del Impuesto Sobre la Renta. Pero en 2008, el Gobierno lo canceló.

Actualmente, en el país hay siete centros de ingeniería y diseño de OEMs (Original Equipment Manufacturing), dos de GM y dos de Nissan; en tanto Ford, Chrysler y Volkswagen tienen uno cada una. También proveedores como Delphi, Continental, Boch y Metalsa tienen esa infraestructura en México.

Poco a poco las corporaciones trasladaron determinadas fases de desarrollo tecnológico desde sus casas matrices a estos centros; pero “queremos que profundicen la investigación que están haciendo”, dijo Ricardo Apaez, directivo del Clúster Automotriz de Nuevo León y director del MAIN Forum (Mexico Automotive Innovation Network).

“Tenemos que impulsar este tipo de inversiones para que la industria automotriz no sólo llegue a México por mano de obra barata o incentivos, sino por innovación que puedan desarrollar en el país”, añadió.

El único incentivo actual de ese tipo de actividades son los fondos Conacyt, y la industria automotriz ya los aprovecha. “Somos el usuario más fuerte de fondos federales de Conacyt”, dijo Solís.

Pero no es suficiente, “por cada proyecto que llega, dejamos ir otro, finalmente las inversiones se van a donde hay incentivos”, añadió.

“Ahora es el momento de dar el siguiente paso, hacia actividades de investigación y desarrollo”, dijo. Manufactura