Saltillo.- Cada que llaman a la puerta, vecinos de las colonias Insurgentes y Los Maestros se sienten inseguros, pues la mujer que presuntamente mató de un disparo a una persona de la tercera edad hace dos semanas, aún sigue suelta.

Pese a que el ataque tuvo lugar el 10 de septiembre en la calle Corregidora número 29, durante la tarde, las autoridades no lograron detener a la sospechosa, descrita como una mujer robusta que usaba un turbante.

Los mismos vecinos comentaron que se tenía una foto de ella, además la tenían reportada a los números del 066 desde mediados de junio, cuando comenzó con los ataques en esas casas, en su mayoría habitadas por adultos mayores.

En ese entonces, comentaron que la mujer tocaba a las casas y platicaba dos historias diferentes: pedía que la dejaran trabajar en cualquier actividad, o bien, mencionaba que tenía cáncer y necesitaba una ayuda.

PRIMEROS ATAQUES

La desconocida atacó en junio a un anciano, cuando lo lesionó en medio de la calle luego de forcejear con él para quitarle sus pertenencias, haciendo que cayera de su propia altura.

Días después fue cuando le tomaron la fotografía que hicieron circular por el vecindario, “fue un vecino al que se metió a su casa, la detuvo y le tomó la foto, pero la señora logró zafarse y correr y como el señor no llevaba playera decidió no seguirla hasta la calle, por miedo a que pensaran que él iba a hacerle otra cosa a la señora”, relató una vecina.

Felipe, de 70 años, presume de ser uno de los primeros habitantes de la colonia, hace ya más de cuatro décadas, y asegura que él fue al primero que se le apareció la mujer, una madrugada cuando salió a recoger el periódico.

“Eran las 6:30, salí a tomar el periódico y escuché que alguien me hablaba escondida detrás de un árbol, era una mujer vestida toda de negro, yo no le hice caso y me regresé a mi casa, ya más tarde le comenté a mis hijos y a los vecinos para que se corriera la voz”, relató el hombre.

AÚN ANDA RONDANDO

Tras el ataque a Eva Yolanda Cabello de Moncada, quien perdió la vida el 22 de septiembre, la presunta responsable sigue tocando de casa en casa con el mayor de los cinismos y sin tener que preocuparse porque la Policía Investigadora la esté buscando.

Los vecinos aseguran que ya cambió de look, ahora ha abandonado el turbante y lleva la cabellera larga y teñida de rubio hasta la cintura, en un intento porque nadie la reconozca.

Un vecino relató que fue su esposa quien la vio por última vez el viernes 25 de septiembre, cuando ésta salió a caminar hasta la Alameda y la mujer rubia la siguió hasta la calle de Victoria.

Asustada, la potencial víctima entró a una zapatería a refugiarse, desde donde llamó a su esposo que llegó en cuestión de minutos, pero cuando salieron a buscar a la sospechosa la vieron corriendo por la calle de Acuña con dirección al sur.

Sumado a eso, los colonos reportan que las autoridades no han hecho gran esfuerzo por atrapar a la mujer, y temen un nuevo ataque ya que, hasta donde se sabe, va armada y es peligrosa.

Por Jetza Múzquiz