Argentina solo logra ayuda de Pekín para salvar el peso

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Argentina solo logra ayuda de Pekín para salvar el peso

Contingencia. Mauricio Macri prometió ayer ayuda para las 20 mil argentinos que permanecen evacuadas por las inundaciones. Foto: AP
El gobierno de Mauricio macri negocia aún con EU; prevé el respaldo de bancos de inversión
Los chinos son pragmáticos, son la 2ª potencia económica global, y ningún Gobierno latino los puede soslayar, pero habría que saber negociar para no entregarles todo”
Leonardo Stanley, economista

BUENOS AIRES.- El nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, quería cumplir lo antes posible su promesa de liberar el cepo (control) cambiario instaurado por su antecesora y rival, Cristina Fernández, en un intento de alentar la inversión, más allá del impacto inicial en la inflación. Para eso quería asegurarse de que contaría con más reservas en el Banco Central que evitaran una devaluación descontrolada del peso. Y únicamente China se ha prestado a ayudar a Argentina, al igual que ya hizo en 2014, en tiempos de Kirchner.

La prensa argentina especulaba con que el Banco Central de la República Argentina podría acordar un intercambio de monedas con la FED de EU o con los bancos centrales de Brasil y México, pero el único que echa una mano por ahora ha sido el de China. 

China se ha convertido otra vez en salvavidas de la moneda argentina. En 2014, después de que la justicia de EU fallara contra el gobierno de Kirchner y a favor de los fondos buitre, el Banco Popular de China pactó con el Central de Argentina un intercambio de yuanes y pesos por 11 mil mdd. 

El martes pasado, la autoridad monetaria argentina consiguió que China le cambiara una parte de los yuanes por 3 mil 86 mdd para reforzar la liquidez de sus reservas, dado que solo podía usar la moneda del gigante asiático para el comercio con ese país, segundo socio comercial de Argentina, pero no para importaciones de otros orígenes ni para contener una eventual salida de capitales. A cambio, China cobrará un interés del 4% anual en dólares.

A la ayuda de Pekín se sumó el compromiso de las grandes compañías exportadoras agrícolas, tanto locales como multinacionales, de liquidar ventas externas y la promesa de bancos de inversión de suscribir en enero un título de deuda del Banco Central argentino. Con ese respaldo, Macri emprendió una de las devaluaciones más tranquilas que se recuerdan, aunque con indudable impacto en los precios al consumidor.

“China quiere tener cada vez más preeminencia en el mundo financiero y avanza en la internacionalización del yuan”, explica Leonardo Stanley, economista del Centro de Estudios Estado y Sociedad. Por eso, el gigante asiático ha abierto centros financieros en diversos Países en los que se fomenta el comercio y la emisión de deuda pública y privada en yuanes, recién aceptados por el FMI como divisa de reserva. Desde la crisis mundial de 2008, China ha firmado 40 intercambios de moneda con la UE, Rusia, Canadá, Brasil o Pakistán.

“Los chinos son pragmáticos, son la 2ª potencia económica mundial, y ningún Gobierno latino los puede soslayar, pero habría que saber negociar para no entregarles todo”, opina Stanley. © EL PAIS, SL. Todos los derechos reservados