Con un tope presupuestal de 2 mil 320 millones de pesos, ayer fue aprobada por el Cabildo la Ley de Ingresos del Ayuntamiento de Saltillo para el ejercicio fiscal del 2018. El PRI y el PSI votaron en contra del proyecto, al considerar que las proyecciones son menores a las del año pasado y el gasto corriente es mayor al de obra e inversión pública.

La nueva Ley de Ingresos del 2018, que proyecta un presupuesto con diferencia a la baja de 62 millones en comparación a la de este año, contempla además una deuda pública de 120 millones de pesos para el pago a proveedores.

Isidro López Villareal, alcalde de Saltillo, aseguró que el presupuesto que se incluye en el proyecto es un estimado que se puede incrementar dependiendo de la labor que realice la administración entrante.

Una vez aprobada por el Cabildo la Ley de Ingresos del 2018, ésta será enviada antes del 15 de octubre al Congreso del Estado para su autorización definitiva. 

Los ediles del PRI votaron en contra del proyecto e incluso solicitaron antes que se eliminara del orden del día para volver a analizarlo, pues consideraron incorrecto que el presupuesto sea menor al del año pasado, criticaron que se privilegie el gasto corriente, así como el hecho de que no se contempla una partida para pagar la deuda pública.

“En Servicios Personales, desde que esta administración llegó a la fecha, ha habido incremento en el pago a personal de 32.68 por ciento, 221 millones de pesos más entre el cierre del 2013 y lo presupuestado para el 2017, mientras que en inversión, obra pública, que es el capítulo 6000, para este año están presupuestados 397 millones si es que se llegan a ejercer todos”, dijo Bertha Castellanos, síndico de Vigilancia.

Explicó que la actual administración no ha tenido un buen desempeño financiero, pues asegura que depende de lo que se obtiene de entidades federales para compensar los ingresos.
Señaló que el proyecto de Ley de Ingresos aprobado, orillará a la próxima administración municipal a pagar los pasivos que se tienen.

CRITICAN DESEMPEÑO FINANCIERO
La deuda de 120 millones de pesos a proveedores que heredará el Ayuntamiento de Saltillo fue motivo de discusión entre los integrantes del Cabildo de Saltillo. Los ediles del PRI aseguraron que el municipio se irá financieramente al precipicio y culparon a los colaboradores del alcalde Isidro López Villarreal.

Regidores priistas, que votaron en contra del informe financiero de septiembre y del tercer trimestre del año, reclamaron a López Villarreal la deuda pública que sostiene el Municipio, el aumento en los gastos durante el año y la falta de información financiera. Señalaron directamente a la tesorera Rosa Zertuche.