¿Aprender o beca?

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¿Aprender o beca?

En los últimos años he observado un incremento de sentimientos de estrés y ansiedad entre los alumnos universitarios. Siempre han existido los buenos estudiantes que buscan obtener los mejores promedios en sus calificaciones, pero el número era reducido entre un 5 a 10% de la población. Hoy ha cambiado la dinámica de la gran mayoría de los estudiantes y universidades. Por el incremento del alto costo de colegiaturas, la mayoría de los estudiantes luchan para conseguir una beca académica. Esto implica mantener un buen promedio para no perderla y por consecuencia la presión y estrés aumentan. Esto ha ocasionado un aumento alarmante en la búsqueda de la perfección en el rendimiento escolar y originando en muchos de ellos una personalidad perfeccionista. El perfeccionismo puede llegar a un trastorno con implicaciones muy negativas como altos niveles de ansiedad, miedo al fracaso, depresión, baja autoestima y hasta el suicidio. Una persona perfeccionista es caracterizada por la combinación de altos niveles de exigencias, metas irrealistas, autocrítica destructiva y miedo a cometer errores y sufrir fracasos. 

Según un estudio realizado por la agrupación de estudiantes universitarios de Estados Unidos, Canadá e Inglaterra afirma que el perfeccionismo ha aumentado un 33% desde 1989. Estudiantes perfeccionistas tienen una mentalidad rígida que necesitan no solamente tener éxito, sino que cumplan con sus altas expectativas de resultados. Esta conducta no siempre tiene efectos negativos en la persona, pero en muchos casos puede dar origen a estados obsesivos compulsivos, anorexia y bulimia. Muchas veces el miedo al fracaso causa evadir situaciones difíciles o abandonar proyectos importantes de vida.

Observo en los milenios, nacidos entre 1985 a 2005, una gran presión y estrés para responder a las expectativas de las redes sociales en los últimos años que los estudiantes universitarios tienen una gran presión al compararse en las redes sociales, cumplir con las exigencias de ser campeones y los mejores por sus padres en diferentes actividades artísticas, deportivas y escolares y especialmente, mantener buenos promedios para lograr y mantener una beca universitaria. La autoestima se gana y no solamente con trofeos por participación. Desafortunadamente, esto provoca que todo su esfuerzo se centre en los resultados y no en el proceso de aprender: “Maestro, dígame qué necesito hacer para tener más puntos en la materia” o “Estudié mucho para tener un 92 en mi examen. Le hago un trabajo para que me suba 5 puntos.”

La mayoría de los perfeccionistas se sienten exhaustos emocionalmente constantemente, aquí hay algunas recomendaciones para ayudarlos a regular su estrés:

1. Crear metas y expectativas realistas.

2. Evitar pensamientos y críticas autodestructivas al cumplir sus tareas.

3. Priorizar asuntos personales sin depender de la opinión de los demás.

4. Descansar es el mejor tiempo para recargar baterías.

5. Evitar hacer varias cosas al mismo tiempo para cumplir con los compromisos.

6. Hacer el mejor esfuerzo y buscar la excelencia, pero no la perfección.