Apple no cumplió los objetivos de ventas y eso le pegó un bocado a la paga de su consejero delegado, Tim Cook. El consejo de administración de la compañía que fabrica el iPhone y los Mac recortó el pasado ejercicio un 15% la remuneración de su principal directivo. El negocio de la firma de Cupertino se contrajo un 7,5%. Aún así, se embolsó 8,7 millones de dólares, de acuerdo con la información entregada al regulador del mercado de valores en Estados Unido.

Las muestras de agotamiento del iPhone, cuyas ventas cayeron un 9% en el año, y el desplome del 30% en China provocaron que los ingresos de Apple cayeran a 215.800 millones en el ejercicio 2016. Esta cifra de negocio le aportó un beneficio de 47.800 millones para el año, lo que representó una reducción del 10,5% respecto a 2015. Es una situación que no se veía desde 2001.

Apple cita expresamente en su comunicación a los inversores esta doble caída en los ingresos y los beneficios como motivo del recorte en la remuneración de Cook, que también afecta a otros ejecutivos de la compañía. La revisión a la baja de la remuneración se explica porque la prima por rendimiento se dejó en 5,4 millones, frente a los ocho millones en bonos del año precedente.

El sueldo base, sin embargo, sube de dos millones a tres millones de dólares. La fortuna real de Tim Cook, además, está vinculada a las acciones que tiene de Apple. Los títulos que amasa tras cinco años al mando de la multinacional electrónica están valoradas en este momento en más de 135 millones. La valoración bursátil de la compañía se apreció un 10% el último año, hasta los 634.000 millones.

Lo que está por ver ahora es si 2017 es el año que permite a Apple volver a crecer, aprovechando la celebración del décimo aniversario de la introducción iPhone y los problemas que está sufriendo Samsung con las baterías del Note 7. Cook, en paralelo, está tratando de potenciar otros negocio de la compañía para que sus ingresos no dependan tanto del teléfono, su producto estrella.

La tableta iPad también atraviesa por problemas, porque el mercado está saturado y la competencia de los ordenadores híbridos Surface Pro de Microsoft. Las ventas de las computadoras Mac también sufrieron una caída en la recta final del pasado año, a la espera que se presentaran los nuevos portátiles. Pero también en este caso las novedades no llegaron a colmar las expectativas y los rivales pegan fuerte.