Aplausos para ‘Club de Cuervos’

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Aplausos para ‘Club de Cuervos’

Aseguran que ha sido todo un fenómeno para Netflix y no puedo más que creerlo. Al menos merece una oportunidad al tratarse de una serie creada por el director de “Nosotros los Nobles”, Gaz Alazraki (al menos no es Eugenio Derbez tratando de replicar el éxito de “No Se Aceptan Devoluciones” en versión televisiva).

Pero qué digo. A estas alturas estoy segura que millones de personas en Latinoamérica ya le echaron el ojo. Quizá yo sea la última en opinar, por lo que traeré a colación esa sabia frase de más vale tarde que nunca.

Contextualizando un poco, “Club de Cuervos” es la primera producción en habla hispana producida y distribuida por Netflix para todo el mundo. Por lo tanto, de entrada sabíamos que la calidad no sería cosa de juego. Es una serie de perfecta factura, que no le pide nada a las producciones estadounidenses.

“Club de Cuervos” cuenta la historia de dos medios hermanos que, tras la muerte de su padre, se pelean por la presidencia de un equipo de futbol ficticio en México. Chava Iglesias (Luis Gerardo Méndez) quiere convertir a los Cuervos de Nuevo Toledo en el Real Madrid de Latinoamérica. Más preocupado por los uniformes que por las estrategias reales del juego, Chava debe defender su posición de líder ante su media hermana Isabel (Mariana Treviño), una obsesiva del trabajo que cree merecer el trono del equipo mucho más que su hermano. La serie además presume la participación de Daniel Giménez Cacho, quien realmente ofrece una deliciosa actuación. 

“Club de Cuervos” replica la fórmula de la exitosa comedia cinematográfica “Nosotros los Nobles”, y tengo que aceptar que lo consigue de buena gana. Pero claro, que si se trata de ponernos puntillosos, esta nueva serie también comete sus pecadillos. 

Y es que la explotación del “Mirrey” llega a cansar después de cierto número de capítulos. Luis Gerardo Méndez –muy talentoso, por cierto– se ha convertido en el “Pirruris” de nuestros tiempos. Y aunque el personaje le queda perfecto, la magia no será eterna. 

Otro aspecto que no sé si provoca risa o molestia es la cuestión meramente futbolística. Las escenas de juego son más falsas que los perfumes de la feria y realmente podría otorgársele más importancia a la cuestión deportiva (afecta, por supuesto, que tanto creadores como escritores no sean muy fanáticos de dicho deporte, como lo han aceptado en otros medios).

Por lo demás, “Club de Cuervos” es sumamente entretenida. Algunos momentos y diálogos también son divertidísimos. Una comedia sencilla, no tan astuta como esperaría, pero tremendamente funcional. En cuatro días ya me había chutado los trece capítulos sin poner ningún pero mayúsculo. Y espero claramente una segunda temporada (Netflix, no es momento de echarse para atrás). El experimento me encanta porque, además, marca una pauta para establecer una mecánica más profesional en la producción de series de televisión en México. Aplaudo está contribución y esas risas que provoca. Mi calificación: 85 de 100. 

Mi Twitter: @CalladitaR