Apenas 85… vamos por más

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Apenas 85… vamos por más

En los últimos lustros la esperanza de vida ha venido aumentando significativamente en México. Esta tendencia está asociada a muchos factores, algunos de los cuales son globales, o por lo menos internacionales. Pero la verdadera causa que regularmente no falla en la posibilidad de alcanzar una mayor edad es la que tiene que ver con una vida disciplinada,  donde las buenas prácticas de cuidado hayan sido integrales. Y se hayan respetado siempre, procurando siempre una vida armónica con el entorno social y natural. 

La próxima semana festeja su cumpleaños 85 un Coahuilense ejemplar, dedicado toda su vida al estudio y al trabajo. Un hombre de gran conocimiento por su interés inagotable en las letras y en la historia. En la política y en el servicio público.

Servicial. Culto y caballero. Amigo probado para todos sus amigos. Cercano siempre en las buenas y en las malas.
En plenitud, don Eliseo Mendoza Berrueto celebrará con sus amistades de siempre, el término medio entre los ochentas y noventas.

Con agenda diaria más que estructurada. Permanentemente haciendo algo productivo. Siempre con una tarea concreta por realizar. Siempre con una lectura en desarrollo. Siempre escribiendo algo. Siempre enseñando algo.
Con una trayectoria pública envidiable para cualquiera. Diputado, federal y local, y en ambas responsabilidades líder y Presidente en el Congreso de la Unión y en el Local. Senador. Gobernador.

Subsecretario de Educación. Subsecretario de Energía. En esta encomienda, representó a México en las difíciles negociaciones de la entonces muy famosa Organización de Países Exportadores de Petróleo, cuando México se acercaba a los árabes para conocer sus estrategias para estabilizar el mercado mundial del petróleo. El mundo se transformaba entonces en lo económico a partir de la riqueza que para algunos significaban los hidrocarburos, mientras que México emergía como una potencia en este terreno.

Maestro. Profesor. Y economista. Con una visión enciclopédica. Una devoción, más bien amor por el estudio y disfrute de la historia. 

Padre y hombre de familia ejemplar, comprensivo y afectivo. Mendoza Berrueto tiene un lugar asegurado en la historia política de nuestro Estado, no solo por su amplia y larga trayectoria, sino por hechos precisos y puntuales. El fue el que empezó la diversificación industrial de la Región Sureste de Coahuila cuando logró atraer a Kimberly Clark y a Apasco rompiendo la monotendencia automotriz. 

El inició el desarrollo industrial en Derramadero.
Como Gobernador dio un amplió impulso a la educación y la cultura y además, cosa muy importante, logró incorporar por primera vez la participación social en programas de gobierno enfocados al combate a la marginación y atención a las clases populares, con aquel famoso programa de Trabajemos Juntos. Antes incluso que el surgimiento de Solidaridad.

Pocos hombres como él para defender a sus amigos, aun a costa de la crítica o desaprobación de otros.
Caballero de la política, siempre respetó a la oposición. Reconoció sus triunfos, y los trató con esa civilidad que le ha sido propia en toda su carrera.

Su amistad con sus contemporáneos y colegas han tenido manifestaciones excepcionales, como su cercanía, lealtad y afecto por su entrañable amigo José De Las Fuentes Rodríguez.

De humor educado y refinado, sabe enfrentar la realidad con la agudeza de su superior inteligencia. Al llegar a los 83 años, siendo líder del Congreso, una reportera le preguntó que  cuantos más le gustaría cumplir. Sin pensarlo mucho respondió: unos ciento veinte….más.

Famosa también la anécdota aquella en que al revisar un oficio a un colaborador y descubrir que había fallado al acentuar varias palabras, empezó a acomodar varios acentos en una esquina en blanco de la hoja. Le dijo ahí te los dejo por los que te puedan seguir faltando.

Con su generosidad, también de siempre don Eliseo estará rodeado de muchos de sus amigos: políticos, maestros, empresarios, periodistas, historiadores, artistas, poetas, comerciantes, ciudadanos, y seguirá siendo el mismo, afable, hospitalario, cercano. Y así lo seguiremos disfrutando.