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Anule la ansiedad
La ansiedad es una sensación común antes de dar un discurso, presentar un examen o asistir a una entrevista de trabajo. Y en muchas ocasiones los nervios pueden ser contraproducentes, hasta el punto de afectar de manera notable nuestro desempeño.
Hasta los actores profesionales se ponen nerviosos al presentar los ganadores del Oscar. Incluso los deportistas de élite se pueden trabar en un momento importante de su carrera.
En fin, psicólogos de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, tienen un consejo para superar esa crisis: seguir una pequeña secuencia de acciones con un alto valor simbólico justo antes de enfrentar el descontrol que nos genera el estrés.
Ellos lo llaman ‘crear un ritual’, como los que llevan a cabo algunos deportistas antes y durante una competición.
Lo que hicieron
Las conclusiones del estudio de Harvard sugieren que un ritual previo puede ayudarnos a sentir que tenemos un mejor control de la situación y, en consecuencia, a lograr un mejor desempeño.
Como parte de esa investigación los psicólogos idearon un experimento en el que le decían a los participantes que en pocos minutos tendrían que hablar en público, ante un micrófono, para decir unas palabras sobre un tema muy difícil.
Un lector digital mediría el grado de nerviosismo de los partipantes en la presentación.
Los psicólogos buscaban que los individuos se pusieran altamente nerviosos para después ver de qué manera podían ayudarlos a reducir su ansiedad.
A algunos participantes les dijeron que trataran de calmarse a sí mismos antes de la presentación, para estar menos nerviosos.
De acuerdo a una encuesta previa, tratar de calmarse es una táctica habitual que utiliza la gente para no ponerse nerviosa antes de hacer algo en público. Veamos el resultado.
No funciona
“Mucha gente se dice a sí misma cosas como ‘Cálmate, esto no es para tanto, no hay ningún problema, tú puedes hacerlo’”, señala el profesor Michael Norton, líder del estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista Organizational Behaviour and Human Decission Processes.
“Pero descubrimos que decirte a ti mismo que te calmes tampoco funciona”, señaló el psicólogo.
Por eso a otros participantes los psicólogos les pidieron que siguieran dos rituales simples: por ejemplo, algunos tenían que hacer un dibujo de un objeto y otros rezar una oración.
“Pero no funcionó. Es como cuando le dices a alguien que está enfadado y dando gritos, que deje de gritar y de hacer tanta faramalla…
Es decir, el ritual del dibujo y el rezo, no suelen funcionar”, dijo el psicólogo.
“No obstante, se sabe que hacer pequeños rituales sí puede ayudar a la gente a sobrellevar mejor su ansiedad y a tener un mejor control de sí mismo, pero depende del ritual”, según Norton.
Poder y simbolismo
Uno de los factores que generan ansiedad antes de situaciones estresantes es, precisamente, la falta de control que el individuo siente sobre lo que va a ocurrir.
Pero hay ciertas situaciones que nos generan ansiedad, de las que no podemos escapar.
“Los rituales son una forma de comportamiento controlado, nos llevan a sentirnos más en control y eso está relacionado con cuánta ansiedad sentimos”, explicó el psicólogo.
Un buen ejemplo es el caso de los sacerdotes católicos que son ayudados a vestirse en la sacristía, justo antes de salir a dar la Santa Misa.
De hecho, los investigadores creen que en casos como esos el simbolismo detrás de un ritual como ese puede ayudar mucho, aunque no sea imprescindible.
Seguir simplemente una secuencia de acciones sin un significado específico, también puede ayudar, afirma Norton.
Según el psicólogo, el mero hecho de llamarlo ‘ritual’ puede tener un efecto positivo.
Hábito y ritual
La presentadora del programa Health Check de la BBC, Claudia Hammond, siempre se hace un té antes de entrar al estudio a presentar el programa en vivo, y se pregunta si eso es un ritual o un hábito.
Es un ritual si usted mismo tiene que prepararse el té, de lo contrario es un hábito, dicen los psicólogos.
Según Norton, un hábito es una acción que realizas de manera inconsciente, pero el simbolismo detrás del ritual de preparar el té puede ayudar mucho. O sea que un ritual tiene más que ver con cómo preparas el té, por ejemplo, si sigues siempre los mismos pasos.
Otra manera de considerar si una acción es un ritual o no, es preguntarse qué pasaría si no lo hicieras.
“Si no pudieras prepararte e ese té, ¿cuán molesto te sentirías?”, dice Norton.
“Cuando no hacerlo te perturba y te afecta, entonces se acerca más al ritual y se aleja más del hábito”, explica el psicólogo.
Pero cuando hacer rituales se lleva al extremo, como en el caso de la gente que padece el ‘trastorno obsesivo-compulsivo’, no es una estrategia que ayude. “Porque en esos casos el ritual interfiere con la vida cotidiana”, apunta Norton.
Una sugerencia concreta
Un ritual muy efectivo para controlar la ansiedad durante una conferencia consiste en ‘no hacer nada muy estudiado’, previo a una presentación. Por ejemplo, si vas a hablar de por qué se están extinguiendo las abejas, en vez de trazar una pauta precisa sobre cómo presentarl el tema, lo deseable es estudiar el tema a grandes rasgos y dejar que los detalles y el contenido de la charla avancen de manera imprevista y según las circunstancias que se presenten en el auditorio.
De hecho, se supone que usted sabe tanto del tema, que sea como fuere que lo aborde, y sea como fuera que discurra, siempre tendrá las mejores respuestas para dejar satisfecha a su audiencia. (BBC Mundo).
SUPERADOR DE MIEDOS
Las decisiones asociadas al miedo son las más comunes, y en la mayoría de los casos no te permiten hacer nada)
Por ejemplo:
- “Me gustaría visitar África pero, ¿y si algo me pasa mientras ando por esos territorios?”.
- “Me gustaría escribir un libro pero, ¿y si la gente lo rechaza?”.
- “Me encantaría estar en forma, pero me veré gordo y tonto en el gimnasio. Necesito perder algo de peso antes de inscribirme en un lugar donde todos han de tener un cuerpazo”.
Los resultados desafortunados de esas formas de pensar, son que no haces lo que piensas que es importante para ti.
No tomar decisiones es un error que todos cometemos. Pero eso no quiere decir que debas seguir errando.
Por eso te presentamos cuatro formas de actuar para superar el miedo y la inseguridad:
1. A nadie le importa
Tal vez tengas éxito. Tal vez fracases. Pero la verdad es que a nadie le importa. ¡Eso es algo bueno! El mundo te ofrece muchas oportunidades. Significa que puedes lograr tus sueños sin preocuparte de lo que piense la gente.
2. Empieza ahora
Desearía haber sido un mejor escritor cuando comencé a escribir. Me gustaría haber sido un emprendedor más inteligente cuando inicié mis negocios. Pero más que nada, me da gusto haber emprendido y empezado a escribir, aunque al principio no fuera bueno en todo.
Los sentimientos de miedo e incertidumbre tienen varias maneras de hacerte sentir que no estás preparado. ¿Por cuánto tiempo vas a posponer lo capaz que eres?
3. Intenta lo que otros no lograron
¿Quién dice que vas a fracasar? Sólo porque alguien fue rechazado de un trabajo no quiere decir que tú también lo serás. Tal vez el editor rechazó el libro de tu amigo, pero eso no quiere decir que vaya a rechazar el tuyo. Deja de actuar como si el futuro fuese certero, no lo es.
4. El único fracaso real es no haber hecho nada
Todos lidiamos con sentimientos de miedo, incertidumbre y vulnerabilidad. Desafortunadamente muchos de nosotros dejamos que esos sentimientos dicten nuestras acciones.
No necesitas ser extraordinario en lo que haces, sólo debes ser la persona que decida hacerlo. No bases tus decisiones en tus dudas, atrévete a tomar riesgos y deja de poner excusas para hacer lo que más deseas.(Entrepreneur/James Clear)