¿Anticipando vísperas?

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¿Anticipando vísperas?

Madrugando para que amanezca más temprano. Hay toda una tipología de actitudes frente al horizonte de las próximas elecciones.

Todavía están a todo un mayo de distancia, sumado a segunda quincena de abril y ya se escuchan y se ven los mensajes contradictorios mediáticos que ensalzan y denigran, que elogian y descalifican.

Van surgiendo los “ADOS” y los “IDOS”.

LOS APANTALLADOS.- Son los que traen una influencia completa recibida de pantallas televisivas o de tabletas o de teléfonos celulares. Han recibido toda la granizada de dimes y diretes, de chismes y montajes, de promesas y propuestas de todos los colores. Han comido la sopa de letras de todas las siglas y ya comentan y comunican aquí y allá sus preferencias.

LOS MANIPULADOS.- Son los que han sentido presiones, y se apoyan mucho en lo que siempre han hecho, en lo que han visto hacer a otros. Traen falsas informaciones, y en mente, un estropajo de infodemia que los deja dependientes, como marionetas movidas por hilos ajenos. Se van quedando mentalmente paralizados y ya traen imaginariamente rayada la fantasmagórica boleta electoral.

LOS ASUSTADOS.- Inventan fantasmas para asustarse con ellos. Ven influencias traídas de los cabellos. Ponen etiquetas trasnochadas, de geometrías obsoletas y se sugestionan suponiendo parentescos ideológicos sin sustento. Adivinan perversas intenciones y agendas secretas, ven en todo manos negras escondidas. Tienen recuerdos que se vuelven –en su memoria– películas de terror o se convierten en profetas de calamidades, arúspices de desastres, colapsos y hundimientos.

LOS INTERESADOS.- Siempre descubren caminitos y atajos sorpresivos. Parecen ostentar maestría en acomodos estratégicos para futuros ingresos. Van trenzando hábilmente relaciones de conveniencia, creyendo que se puede seguir recorriendo lo que fue senda sucia de no pocos acaudalados. Siguen identificando poder con lucro y servicio con simulación.

LOS RESIGNADOS.- Son los expertos del “peor es nada”. Especializados en conformismo. Acaban viendo como óptimo lo menos peor. Manejan un realismo al afirmar que “no hay más cera que la que arde” o “si no hay oro, hay que acuñar cobre”. Se despiden de lo mejor y de lo óptimo y ya van con rumbo fijo hacia lo tolerable.

Por acá andan los “IDOS”.

LOS OSCURECIDOS.- Sus ojos ven puras sombras. Se extiende ante ellos el panorama de lo absurdo y no entienden nada. No se ven desesperados pero no brilla en ellos ni una chispa de esperanza. No ven la política como una gran oportunidad de lograr el bien para todos. Se quedaron congelados en verla como el mundo de la perversidad, del engaño y hasta del crimen.

LOS CONFUNDIDOS.- No se han asomado a la historia; y sólo ven un carnaval de máscaras. Plantas que dan fruto sin verles las raíces. Aferrados a la vista gorda, sin usar los lentes que podrían corregir su miopía. Atenidos a lo que otros ven piensan, eligen y deciden. Al ver la boleta marcan donde cae la mano.

LOS COHIBIDOS.- Podrían quedarse en casa con tarjeta guardada. Tendrán siempre pretexto para no dar los pasos hacia la casilla; o serán capaces de ir sin mascarilla para que la policía los devuelva. Con el plumón en la mano, dejan todo sin marcar o votan por Cantinflas.

LOS CONVENCIDOS.- No hacen lo de siempre sino lo de ahora. Usan mucho colmillo para descubrir lo sólido de lo blandujo, lo aceptable de lo rechazable. Lo que pueden seguir apoyando de lo que ya desde ahora desechan y reprueban.

También se dan los “espeanzADOS” y los “decidIDOS”.

Estamos a un mayo de distancia, con su quincena última de abril. Algunos se quedarán clasificados y otros podrán cambiar su etiqueta o estrenar tipología con etiquetas sobresalientes con color de futuro alentador... No anticipemos vísperas... ¡ja!