Anti-política

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Anti-política

“La tarea primordial no es destruir lo que 
está mal, sino construir desde abajo 
una nueva persona y un hombre nuevo”.
 
Václav Havel

México se debate entre el conflicto y la polarización. El País multicolor, de matices arrebolados, está pintado de blanco y negro. La palabra vomita desesperanza bicolor; mientras la política tradicional recicla viejas mentiras.

En este contexto, ¿puede esa política encontrar las mejores respuestas para el País? Imposible: Más allá de sus intereses, no tiene la legitimidad y credibilidad para lograrlo. 

Esa renovación moral de la política deberá provenir desde “abajo”, como política del ciudadano común que rechaza la política tradicional como arte de la simulación y tecnología de la manipulación.

Esta anti-política exige a sus participantes vivirla a través del servicio a la verdad, la moralidad práctica y el compromiso humano.

Estos ciudadanos confían más en la voz de su consciencia individual, que en abstractas especulaciones, y sólo responden a la responsabilidad exigida por dicha voz. 

Al hacerlo, ponen  una barrera natural contra la irresponsabilidad moral y política de líderes o  gobernantes y de sus aparatos burocráticos e institucionales. 

Esos ciudadanos luchan continuamente contra el mal que estas fuerzas encarnan. Porque saben que la mejor defensa contra la irracionalidad del poder y la inmoralidad pública, es expurgarlas de sus almas, de sus circunstancias cotidianas y de la sociedad civil, hasta expulsarlas de su humanidad. 

Punto crucial es resistir de manera vigilante y razonada, la presencia del poder impersonal e inhumano de las ideologías y slógans ocultos bajo cualquier signo político: priísta, verdista, panista, perredista o morenista. Resistir es crucial porque bajo estos disfraces se ocultan el fanatismo y el autoritarismo. 

“Desde abajo” es el punto de partida para recuperar la legitimidad moral de la política. Ahí es donde, los estudiantes, las amas de casa, los profesionistas, los artistas, los obreros, los campesinos y los indígenas cuecen la antipolítica. 

Sólo ellos, “desde abajo”,  podrán hacer más racional, humana y esperanzada el alma de nuestra nación, y la de nosotros mismos. Los políticos tradicionales, no. 

(Texto inspirado en el discurso de Václav Havel “Anti-political Politics”, al recibir un doctorado Honoris Causa en la Universidad de Tolouse: 1984).