‘Ant-Man and The Wasp’ buscan mantenerlo pequeño

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‘Ant-Man and The Wasp’ buscan mantenerlo pequeño

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La tercera película del año de Marvel Studios es una cinta divertida y bienintencionada que no ambiciona mucho y consigue lo que se propone

Calificación: 7.5 de diez

Es una mosca, es una hormiga… ¡no!, es Ant-Man y está de regreso en la segunda película de este héroe y la tercera y última que el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) estrena este año. El show anual de Marvel ha llegado a su fin, por así decirlo, con una producción sencilla que tiene muchas menos ambiciones que sus predecesoras y cuyo principal objetivo es divertir. Si hay quien se queja del tono demasiado cómico de estas cintas, debe mantenerse lo más alejado posible de “Ant-Man and The Wasp”, que, como “Ant-Man” (2015), es comedia pura. Sí, todas las cintas del MCU tienen su dosis de risas, pero esta da un paso más allá. Y funciona, en su simpleza hace un buen trabajo. Será una analogía gastada, pero tanto la primera como su secuela, hacen justo lo que los poderes de su protagonista: un buen trabajo siendo pequeños. En pocas palabras, una aventura entretenida y palomera en su máxima expresión. Para bien o para mal.

La película se ubica después de los eventos de “Captain America: Civil War” (2016) y de alguna forma paralela a “Infinity War” (2018). Tras ayudar al Capitán América a rebelarse contra los Acuerdos de Sokovia, Scott Lang (Paul Rudd) se encuentra en arresto domiciliario, teniendo que cuidar de su hija sin dejar su casa ni poder ser Ant-Man. Tampoco se puede relacionar con Hope van Dyne (Evangeline Lilly) ni su padre Hank Pym (Michael Douglas), considerados prófugos de la justicia. Ellos se encuentran buscando a la madre de Hope, perdida en el Reino Cuántico y quizá Scott tenga la respuesta que necesitan. A este enredo agreguémosle dos antagonistas que buscan apoderarse de la tecnología de Pym para encoger o agrandar cosas: una misteriosa mujer que puede atravesar paredes y un criminal traficante de armas. Ant-Man tendrá que volver a las andadas con la ayuda de un nuevo traje para Hope con alas y muchas mejoras.

De las tres cintas de Marvel Studios estrenadas este año, “Ant-Man and The Wasp” es la peor. La que menos ambiciona o arriesga. Es extraño que este haya sido el orden de estreno. Primero llegó “Black Panther”, visual y temáticamente revolucionaria, con ideas innovadoras y frescas para el género de superhéroes. Luego “Avengers: Infinity War”, la película más oscura del MCU a la fecha. Es como si dijeran, “bueno, después de ver dos intensos dramas, hay que meter una comedia ligera para relajar la atmósfera tensa en el ambiente”. El director de esta secuela es Peyton Reed, quien también realizó la anterior y antes de meterse al mundo de las adaptaciones de cómics había hecho comedias como “Yes Man” (2008), “The Break-Up” (2006) y “Bring It On” (2000). Creo que siempre ha sido muy claro el perfil y lo que se busca en estas historias, sobre todo porque no es posible ver con seriedad a un superhéroe cuya habilidad consiste en volverse diminuto, comunicarse con hormigas y montarlas como caballos.

Dicho todo lo anterior, no es una mala cinta. Si la comparamos con “Ant-Man: La Primera”, creo que están en un mismo nivel, hasta repiten varios chistes. Su idea general es la misma y ambas la ejecutan bien: Scott Lang no es ningún héroe, es más bien un ladronzuelo atrapado por ciertas circunstancias sobrenaturales que actúa en consecuencia. Él y sus amigos son unos tontos en medio del contexto de poderes y héroes, lo que garantiza el elemento cómico. En cuanto a los visuales y la acción, se basan en jugar con la tecnología Pym, encoger y agrandar cosas, en esta segunda parte más agrandar, tras la aparición de Giant-Man en “Civil War”. Esto resulta en un montón de secuencias bastante creativas y llenas de imaginación.

Así pues, tenemos una película para pasar el rato, como un pequeño paréntesis para quienes siguen de cerca los eventos del MCU. Aquí no pasa nada que afecte en gran medida la saga y es quizá una manera esencial en la que este mundo debe trabajarse. Tienen ya 10 años, este es su largometraje número 20 de hecho. Por un lado, esta la gente que no ha visto todo y no entiende todas las referencias; por otro, la idea de que mantener una franquicia tan grande requiere de un esfuerzo individual. Cada entrega debe hacerse con cuidado y si al menos algo ha entendido Marvel Studios a lo largo de estos años, es a darle a cada una un sello y un tono. El estilo de cada uno de sus directores es casi único, como los hermanos Russo, o lo que hizo Taika Waititi con “Thor: Ragnarok” (2017). Cada uno de sus personajes tiene que ofrecer algo y lo que ocurre con Ant-Man y Peyton Reed es similar a lo que pasa con “Guardianes de la Galaxia” y James Gunn, ambos ya les han dejado su marca.

Esto es lo que hace tan rico un universo de 20 películas, que haya variedad. Creo que “Ant-Man and The Wasp” es efectiva en ese sentido y logra ser un filme capaz de disfrutarse de principio a fin sin haber visto nada más del MCU (si acaso la primera de este mismo héroe). Las referencias son mínimas y el director se dedica a trabajar lo mejor posible los elementos con que trabaja. Creo que todo es cuestión de ritmo. La película repite muchos elementos del filme anterior, por ejemplo, cuando Luis (Michael Peña), cuenta una historia innecesariamente elaborada y larga. Pero funciona, dado que llega en el momento preciso y esto sólo se puede explicar gracias a lo que en la comedia se conoce como “timming”. Si bien Reed no es ningún maestro del género, sabe lo que hace y tiene cuidado en contar las cosas para que funcionen.

En cuanto a aspectos negativos podría decir que faltan secuencias de acción y los villanos son bastante malos. El filme no se esfuerza en entregar antagonistas bien construidos y se limita a usarlos en medio del absurdo. Es decir, se trata de una revoltura de tramas que se salen de control, no importa que haya criminales o personas que atraviesan las paredes. Este caos es muy divertido y la secuencia final es muy entretenida, pero le falta substancia para generar una conexión más dramática con todo. En fin, no sé si estas quejas sean del todo legítimas, puesto que la película no busca ser nada serio. Su intención es clara y la cumple: entretener y hacer reír.

El dato
Director: Peyton Reed.
Elenco:  Paul Rudd, Evangeline Lilly, Michael Peña, Walton Goggins, Bobby Cannavale, Judy Greer, Michael Douglas, Michelle Pfeiffer, Laurence Fishburne.
Género: Acción / Superhéroes
Clasificación: B
Duración: 118 minutos