EL CAIRO.- Los investigadores analizan un ruido grabado por una de las cajas negras justo antes de que el avión ruso de la aerolínea Metrojet se estrellara hace una semana en la península egipcia del Sinaí, informó ayer el director del equipo de investigación internacional, Ayman al Mokadem.

“Se escuchó un ruido en el último segundo grabado por la caja negra”, apuntó Al Mokadem en una rueda de prensa ofrecida en El Cairo.

“Se llevará a cabo un análisis en laboratorios especializados para identificar la naturaleza de ese sonido”, agregó, apuntando que todavía es demasiado pronto para extraer conclusiones.

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Al Mokadem explicó que los restos del Airbus A321 se encuentran repartidos a lo largo de 13 kilómetros cuadrados, lo que podría apuntar a que el avión se destrozó en el aire. El fuselaje será trasladado próximamente a El Cairo, donde será sometido a más exámenes.

El representante egipcio aseguró que “todos los escenarios están sobre la mesa”, sin descartar que pudiera producirse una explosión a bordo.

Sin embargo, Al Mokadem apuntó que su equipo no recibió información ni evidencias relevantes relacionadas con informaciones aparecidas en la prensa, según las cuales algunos servicios secretos extranjeros creen que dentro del avión pudo estallar una bomba.

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“Este comité urge a las fuentes de esas informaciones a proporcionarnos toda información que pueda ayudarnos en nuestra misión”, dijo el experto egipcio.

En los últimos días los servicios secretos de varios países apuntaron que el avión podría haber sufrido un atentado, posiblemente por una bomba colocada en la bodega de carga. Tras el siniestro, en el que murieron 224 personas, una rama del grupo terrorista Estado Islámico reivindicó lo ocurrido. En un primer momento los expertos dudaron de que ese grupo hubiese podido derribar el avión.

Una fuente cercana a la investigación indicó que todo apunta a una bomba.

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“La hipótesis de una explosión originada por un fallo técnico, un incendio u otra cosa parece sumamente improbable, ya que los aparatos que graban hubieran señalado algo antes de la ruptura y/o los pilotos hubieran dicho algo”, indicó esa fuente .

Reino Unido y Estados Unidos le dan prioridad clara a la posibilidad de una bomba en el interior del A321 de la compañía rusa Metrojet, que se estrelló el 31 de octubre, minutos después de despegar de Sharm el Sheij con destino a San Petersburgo.

Pero, El Cairo mantiene su posición y reafirma que espera los resultados de la investigación.