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Amores Perros me cambió la vida: Alejandro González Iñárritu
Con el reencuentro de varios de los involucrados en la realización de Amores Perros, filme que marcó el debut cinematográfico de Alejandro González Iñárritu en la dirección, arrancó la 18 edición del Festival de Cine de Morelia, certamen liderado por Daniela Michel, que, debido a la pandemia del coronavirus, tuvo que reducir el número de días y actividades presenciales.
La tecnología permitió que varios de los que estuvieron detrás y frente a las cámaras de Amores perros se reunieran de manera virtual a 20 años del estreno de este filme que se estrenó en la Semana de la Crítica del Festival de Cine de Cannes. Iñárritu, quien se encontraba en una habitación de un hotel de Morelia, fue quien arrancó la tarde de ayer una charla de anécdotas y confesiones relacionadas con esta cinta que tuvo un costo de 2.4 millones de dólares de ese entonces.
Es un honor para todos los que estamos aquí reunidos, para esta familia de Amores perros, que tenemos la oportunidad y el privilegio de tener este momento para vernos las caras, con canas blancas ya, pero con tanto cariño. Estamos aquí, básicamente, representando esta película que tocó a tantas personas en México y en el mundo entero. Tú (Michel) has dicho que hubo un antes y un después en el cine mexicano con esta película, la verdad es que no creo que yo pueda decir esas palabras y eso se lo dejaré a los cinéfilos como tú, a los historiadores del cine, a los críticos, pero lo que sí sé, me consta por esta reunión que veo, es que a mí sí me cambió la vida, hubo un antes y un después en la vida de todos a nivel personal, profesional, a nivel espiritual o intelectual”, expresó Iñárritu.
Uno de los momentos de más risas entre los involucrados se dio cuando Gustavo Sánchez Parra contó que cuando le tocó realizar una escena manejando un auto, se acercó apenado a Iñárritu para confesarle que no sabía manejar.
Recuerdo que todos voltearon a verme y el que pegó el grito en el cielo fue Carlos Hidalgo (asistente de dirección). Me dijo: ‘¡Cómo que no sabes conducir?’, recuerdo que yo me empecé a sentir muy mal. Les dije que en el guion no decía que venía conduciendo, que sólo decía que me bajaba del carro. Todos empezaron echarme carrilla y me empecé a sentir muy mal y lo empecé a contener, sin embargo, eso me ayudó en la escena. Lo que nadie sabe es que ese día llegué a casa y me puse a llorar. Eso me tumbó toda la seguridad, pero me hizo retomarla al siguiente día”, expresó Sánchez Parra.
Iñárritu, poseedor de cuatro premios Oscar, dos de ellos como director, intervino para contar cómo resolvieron esa escena, justo aquella en la que Sánchez Parra (el Jarocho) llega a casa de Susana (Vanessa Bauche).
Teníamos Rodrigo (Prieto, cinefotógrafo) y yo el cuadro (de la cámara) abierto de toda la casa y tuvimos que poner un lente más cerrado para que nada más apareciera la trompa de la camioneta y todo el crew iba atrás empujando el coche. Si movíamos la cámara, se movía todo el crew. Ya después te bajabas todo encuerado, con tus tatuajes y con cara de ‘grrrrrrr’”, contó Iñárritu entre risas.
Aunque no se pudo conectar en video, Gael García Bernal aprovechó un corte que tuvo dentro de una filmación en la que está trabajando para saludar unos minutos y compartir una anécdota.
Descuelgo el teléfono, cuando estudiaba en Londres, y escucho esa voz radiofónica de El Negro (Iñárritu). Me empieza a hablar de esta película, me dice que me va a mandar el guion y yo sólo le contestaba como cuando a uno lo despiertan. Le dije ‘sí sí, mándamelo’ y me pregunta que a qué dirección. Nunca nadie me había mandado un guion y era una época en la que no entendía qué pasaba, nunca había leído un guion de largometraje. Estuve esperado el guion, que en un principio se llamaba Perro blanco perro negro, y me acuerdo que cuando lo leí sentí que se estaba acabando muy rápido la película, que qué onda con Octavio (su personaje) y de pronto vi que había más historias. Era una época con mucha inocencia”, contó García Bernal.
Vanessa Bauche, quien al momento de filmar Amores perros ya tenía 12 películas en su haber, resaltó el profesionalismo, la obsesión, el rigor, la disciplina y la búsqueda de la perfección a la hora de filmar de Iñárritu y también le agradeció a Guillermo Arriaga, guionista de Amores perros, quien tras tres proyectos junto a Iñárritu, rompió relación con él debido a diferencias creativas.
Guillermo y tú se abocaron a darle vida a los más mínimos detalles, que por su puesto acompañados de esta excelencia detrás de cámaras en cada departamento, finalmente gestaron un proyecto vivo”, detalló Bauche, para después contar que el equipo sorprendió a Gael, pues debido al poco tiempo que tuvo para rodar, se iba a ir de México sin poder despedirse de su papá, el actor José Ángel García.
Gael tenía poquitas vacaciones... vio a su papá cuando llegó, pero no le iba a dar tiempo de despedirse de él. Se me ocurrió una idea... escondimos a José Ángel en vestuario (para interpretar) al chofer del autobús que le pregunta a Octavio si se queda o se va”, comentó Bauche.
Luciendo una cabellera larga y canosa, el músico y productor Gustavo Santaolalla contó que al principio no quiso trabajar en Amores perros debido a que tenía mucho trabajo y no conocía a Iñárritu, sin embargo, abrió su corazón y aceptó reunirse con él y con la supervisora musical, Lynn Fainchtein.
Me vinieron a ver a Los Ángeles. Recuerdo que Iñárritu puso la película, un VHS, estaba fumando un cigarro tras otro y se salió. Estaba yo con mi socio de toda la vida, con Aníbal (Kerpel) y miramos los primeros cinco minutos de la película, nos miramos entre los dos y dijimos que todo lo que tenía que hacer (de trabajo previo) no lo iba a hacer para trabajar en la película”, compartió Santaolalla.
A la reunión vía Zoom, de casi dos horas, en la que un par de veces Iñárritu recordó y le dio su lugar a Guillermo Arriaga, se sumaron los actores Adriana Barraza, Goya Toledo, Álvaro Guerrero, Jorge Salinas y José Sefami, así como los productores Tita Lombardo, Mónica Lozano, Martha Sosa, Francisco González Compeán y Alejandro Soberón.