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Amor y odio al Episodio VIII: los fans del universo de Star Wars se dividen
La llegada de Star Wars: Los últimos Jedi a la pantalla grande es el acontecimiento de la temporada. Sin embargo, en apenas unos días el último capítulo de esta saga se ha convertido en motivo de polémica entre aquellos que quedaron maravillados al verla y otros que la detestaron por completo.
Mientras que las críticas divididas son un asunto común en la mayoría de los éxitos de taquilla, en el caso de los filmes del universo Star Wars todo parecía transcurrir en una aparente armonía hasta el estreno del Episodio VIII, en el que todo se ha convertido en un asunto de blanco y negro, sin mucho espacio para tonos grises.
La película dirigida por Rian Johnson aparece en el sitio de crítica cinematográfica Rotten Tomatoes con una puntuación del 93% por parte de la crítica, lo que choca directamente con el escaso 56% que obtiene a través de la audiencia, lo que representa la puntuación más baja en la historia para una película de Star Wars.
A pesar de los elogios de los expertos y su fuerte apertura el día del estreno, todo indica que aparentemente el público no está disfrutando la última entrega de la saga de la misma manera y lo que es más, no hay opiniones neutras.
El problema con el uso de cualquier mecanismo de votación en línea para evaluar las opiniones sobre cualquier tema es que estos sistemas no son completamente fiables. No obstante, las opiniones en otros sitios similares como Metacritic o IMDb no muestran a una audiencia volcada positivamente hacia el Episodio VIII.
Las quejas negativas principalmente se orientan a tópicos que van de ser demasiado progresista (los villanos son blancos y los “buenos” multiculturales), deliberadamente bromista en algunas escenas (y tierna en el caso de los porgs), el notorio desdén hacia las teorías de los fans, líneas argumentales individuales que aparentemente no tienen sentido y, principalmente, que el topos clásico del viaje del héroe (heroína en este caso) no resultó ser precisamente lo que esperaban los seguidores más ortodoxos de la saga.
La suma de todos estos factores orilló incluso a muchos inconformes a lanzar una petición en Change.org para quitar la última entrega de la saga del canon de Star Wars.
"El Episodio VIII fue una parodia", escribe Henry Walsh, creador de la petición. "Destruyó por completo el legado de Luke Skywalker y los Jedi. Destruyó las razones por las que a la mayoría de nosotros, como fanáticos, nos gusta Star Wars. Esto puede solucionarse. Quítalo del canon, haz retroceder el Episodio IX y vuelve a hacer el Episodio VIII correctamente para redimir el legado, la integridad y el carácter de Luke Skywalker".
Es aquí donde se redondea la decepción de muchos fanáticos, los cuales se sienten desplazados al salir de la sala de cine y darse cuenta que todas las historias que amasaron en sus mentes durante años son hechas a un lado.
No obstante hay que tomar en cuenta que la principal enseñanza que deja Los últimos Jedi es dejar ir. Y más allá de moralejas, la escencia de la historia en esta última entrega es esa: dejar ir el pasado y abrazar el futuro.